El gato es un felino muy curioso, y de tanto que lo es a veces puede meterse por lugares donde podría correr peligro. Mantenerlo en casa exige pues tomar una serie de medidas de seguridad cuyo objetivo es la de proteger a nuestro querido amigo pero sin privarle de la diversión.
Tanto si el peludo es muy tranquilo como si por el contrario es nervioso, tenemos que saber cómo alejar al gato del peligro. Son varias las situaciones en las que se encontrará a lo largo de su vida, y algunas de ellas pueden ser más perjudiciales que otras.
¿Qué peligros hay en casa?
El gato que vive en casa va a dedicar varios minutos al día a explorar una y otra vez su territorio. Nosotros, como humanos, somos imperfectos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que por muy buena memoria que tengamos, a veces podemos dejar sobre la mesa, otro mueble o el suelo objetos potencialmente peligrosos que el felino podría querer utilizar para jugar, como por ejemplo cuerdas, lazos, pelotitas diminutas, o cualquier otra cosa ligera que cualquier gato podría alzar. Todas estas cosas tenemos que guardarlas en un cajón para que no surjan problemas. Además, no se deben de tener plantas tóxicas ni productos tóxicos a su alcance.
Pero tampoco podemos olvidarnos de los cables. Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico, y claro, nuestras viviendas están llenas de cables. El del ordenador, el de la televisión, el del microondas,… prácticamente todo lo que utilizamos a diario en el hogar es eléctrico. Aquellos que convivimos con felinos tenemos que envolver el cable con algo, como con tubos de goteo que se utilizan en jardinería o cartón.
Y, ¿qué decir de las ventanas? Una ventana abierta, sobretodo si se vive en un segundo piso (o superior) puede ser la diferencia entre tener un gato vivo y otro muerto. Siento decirlo así, pero es la cruda realidad. Hay muchos gatos que tienen el síndrome del gato paracaidista, y sufren las consecuencias por ello. En casos más leves, sus fracturas necesitarán sólo unas semanas para curarse, pero en casos más graves su vida podría correr peligro. Es por eso por lo que antes de llevar al animal a la vivienda tenemos que proteger todas las ventanas con red protectora para gatos que encontraremos a la venta en cualquier tienda de animales.
¿Y en el exterior?
Medio urbano
Cuando se vive en una ciudad o un pueblo muy poblado no hay que dejar salir al gato fuera, pues es muy probable que no sobreviva más de 1 o 2 años. Los peligros son muchos y muy variados: coches, personas malas que tratan fatal a los animales, venenos, enfermedades,… El riesgo de que se pierda y/o muera es tan alto que, de verdad, insisto, si quieres a tu peludo no lo dejes salir de casa bajo ningún concepto.
Medio rural
Cuando se vive en el campo, a las afueras de un pueblo o en una aldea el gato puede hacer vida de gato; es decir, puede salir a dar una vuelta porque los peligros que se encontrará son mínimos. Mínimos, pero también peligrosos: venenos, gente mala (cazadores), perros u otros animales grandes.
Por todos estos motivos, sólo hay que dejarlo salir si sabemos con seguridad que estamos en una zona segura. Y aún así, si tenemos dudas siempre va a ser mejor enseñarle a pasear con arnés desde cachorrito, o incluso comprar un cochecito (no es broma) para animales pequeños, que vendría a ser como un transportín con ruedas.
Mi experiencia
Yo vivo casi a las afueras de un pueblo de unos 4 mil habitantes. La calle era una de las más tranquilas, pero en los últimos tiempos, con el crecimiento de la población pues cada vez pasan más coches; no muchos, pero pasan más que antes. En diciembre del 2017 atropellaron a uno de mis gatos, a Bicho, una panterita que en ese entonces tenía ocho meses.
Aunque le costó alrededor de un mes volver a caminar bien, es decir, que no fue nada tan grave que no pudiera curarse solo, me hizo replantearme si dejar salir o no a mis gatos cuando lograra independizarme. Verás, uno de mis sueños es mudarme a vivir a una casa de campo. Hasta ese momento estaba convencida de que dejaría salir al exterior a mis gatos, que son cinco, pues la idea que tenía era comprar una cuyo solar estuviese vallado. Pero tras lo sucedido, me he vuelto más sobreprotectora.
Sé que cuando llegue el día les va a costar mucho adaptarse, pero cuando nos mudemos no van a ver más el exterior. Por su propio bien. Quiero que vivan todos los años que tienen que vivir, que mueran de viejos y no por un coche o por cualquier otra cosa. Por todo ello, te pido que antes de dejar salir a tu amigo, lo pienses bien, lo medites. Valora los pros y los contras, y piensa que un sólo »contra» podría arrebatarte a tu gato.
Espero que este artículo te haya sido de utilidad .