Si eres lector habitual de nuestro blog, seguramente disfrutes de la compañía de los felinos o al menos sientas una profunda curiosidad por ellos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si existe una diferencia real entre las personas que prefieren a los gatos frente a las que se inclinan por los perros? Aunque ambos animales desempeñan un papel fundamental en la vida de quienes los eligen como compañeros, estudios recientes han arrojado luz sobre este fascinante tema, revelando datos interesantes sobre cómo nuestras preferencias dicen mucho de nuestra personalidad.
¿Por qué elegimos un animal sobre otro?
La preferencia por gatos o perros no surge por casualidad. Según una investigación liderada por Sam Gosling, psicóloga de la Universidad de Texas, nuestra decisión refleja quiénes somos como personas. En este estudio, realizado en Estados Unidos, se encontró que el 46% de los encuestados se identificaban como amantes de los perros, mientras que el 28% preferían a los gatos. El resto, curiosamente, no mostraban una inclinación clara hacia ninguna de estas especies.
Gosling concluye que cuando una persona menciona su afición por los perros o los gatos, indirectamente está proyectando en sí misma lo que considera los rasgos característicos de esas especies. Los perros son vistos como compañeros sociables y leales, mientras que los gatos frecuentemente se asocian con independencia y creatividad.
El perfil de la gente de gatos
Históricamente, los gatos han sido vistos como animales independientes y enigmáticos. Según el estudio de la Universidad de Ball, las personas que prefieren a los gatos también tienden a valorar estas cualidades en sí mismas. Estas personas aprovechan su tiempo en soledad para explorar su creatividad, se consideran aventureras y, en algunos casos, tienden a postergar la idea de formar una familia o tener hijos. De hecho, tienen un 30% más de probabilidades de vivir solos frente a quienes eligen a los perros.
Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Florida también confirma que las personas afines a los gatos suelen ser más sensibles emocionalmente y abiertas a nuevas ideas. Es más, estas personas obtuvieron mejores puntuaciones en test de razonamiento e inteligencia general, lo que sugiere una conexión entre la elección de convivir con gatos y una mentalidad más reflexiva y razonada.
El perfil de la gente de perros
Los perros son universalmente reconocidos por su carácter sociable y su afinidad con el ser humano. Las personas que los eligen como mascotas suelen compartir estas cualidades. Según la investigación de Gosling, los amantes de los perros son un 15% más extrovertidos que los aficionados a los gatos y suelen ser menos neuróticos. Además, estas personas tienden a ser cálidas, pragmáticas y respetuosas con las normas sociales, demostrando una personalidad más orientada al grupo.
Otro estudio llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Carroll reforzó esta idea al demostrar que las personas que prefieren a los perros valoran las relaciones en comunidad y muestran una mayor conciencia de las reglas. Este rasgo podría estar relacionado con la naturaleza altamente sociable y jerárquica de los canes.
¿Qué nos dice la ciencia?
Más allá de los gustos personales, estudios científicos han encontrado patrones relevantes en la relación entre la personalidad humana y la preferencia por mascotas. Investigaciones recientes han sugerido que estas diferencias pueden estar influenciadas por factores culturales, experiencias previas con animales y hasta el estilo de vida. Por ejemplo:
- Los amantes de los gatos suelen ser más introvertidos y disfrutan pasar tiempo en soledad, lo que refleja las características independientes de los felinos.
- Los dueños de perros tienden a ser más extrovertidos y disfrutan de actividades al aire libre, alineándose con la naturaleza activa y sociable de los canes.
- Los gatos atraen a personas creativas que valoran el razonamiento lógico, mientras que los perros suelen ser la elección de personas más pragmáticas y orientadas a objetivos comunitarios.
Un terreno de grises
No todo es blanco o negro en esta ecuación. Es importante destacar que muchas personas no sienten una inclinación exclusiva hacia una de estas dos especies. De hecho, investigaciones como la presentada en las XII Jornadas de la AIIDI en 2023, muestran que las diferencias de personalidad tienden a diluirse cuando se adopta una visión más progresiva. En otras palabras, hay muchas personas que disfrutan tanto de los gatos como de los perros, dependiendo de su contexto o necesidades del momento.
Además, la elección puede depender del estilo de vida. Por ejemplo, una persona que vive en una ciudad con poco espacio puede optar por un gato debido a las necesidades de cuidado más autónomas de estos animales, mientras que alguien que disfruta de largos paseos probablemente prefiera a un perro.
Independientemente de tus preferencias, tanto los gatos como los perros enriquecen nuestra vida de maneras únicas. Sus personalidades, comportamientos y características nos ayudan a conectarnos con ellos y, al mismo tiempo, a entendernos mejor como seres humanos. Si bien los estudios sugieren patrones generales, la experiencia individual siempre será única y especial.