¿Tu peludo come menos durante el verano? Es habitual que durante esta época del año, muchos dueños de gatos se pregunten por qué sus mascotas parecen tener menos apetito. No te preocupes, siempre que tu gato esté teniendo una vida normal, sin signos de enfermedad como diarrea, vómitos o fiebre, puedes estar tranquilo. En efecto, los felinos suelen comer menos en verano debido a las altas temperaturas, lo que a veces puede provocar que pierdan algo de peso. Sin embargo, esto no siempre es motivo de preocupación, ya que puede ser una respuesta natural del cuerpo de tu gato a las condiciones climáticas.
Para ayudarte a entender por qué esto ocurre y cómo puedes mantener a tu amigo felino saludable durante el calor, hemos recopilado una serie de consejos útiles.
Causas por las que tu gato come poco en verano
Durante el verano, los gatos tienden a ser menos activos. Las altas temperaturas les obligan a permanecer en lugares frescos, donde suelen descansar más, lo que no requiere una ingesta elevada de alimento. A continuación, exploraremos algunas de las razones por las cuales tu gato podría comer menos en esta época del año.
- Regulación de la temperatura corporal: Los gatos tienen una capacidad limitada para sudar, por lo que en climas cálidos, su metabolismo se ralentiza para conservar energía y calorías.
- Aumento del consumo de agua: En verano, es común que los felinos incrementen su ingesta de agua, lo cual puede ser un indicativo de que están hidratándose adecuadamente.
- Ritmo circadiano: Los gatos pueden experimentar un ciclo anual en su metabolismo, donde la cantidad de comida consumida varía según la luz y la temperatura ambiental.
- Estrés o cambios en el entorno: Factores como cambios en el hogar o la introducción de otros animales pueden generar estrés, afectando el apetito de tu gato. Un estrés significativo puede influir en su alimentación.
Cámbiale el agua todos los días
Es probable que ya lo hagas, pero durante el verano es mucho más importante cambiársela todos los días, e incluso un par de veces al día. Esto es fundamental para que tu gato se anime a beber. La explicación es simple: a ningún felino le gusta beber de un sitio donde el agua esté estancada. Algunos gatos optarán por beber del grifo, lo cual no siempre es recomendable si el agua tiene mucha cal.
Dale pienso húmedo
En los días más calurosos, puede ser que a tu gato le cueste ingerir la cantidad de comida que necesita. Una excelente solución es ofrecerle latas de pienso húmedo de alta calidad que no contengan cereales ni subproductos. Estos alimentos no solo le aportarán nutrientes esenciales, sino que también le ayudarán a mantenerse hidratado, dado que contienen un mínimo del 70% de humedad. Considera que algunos gatos pueden tener preferencias y puede ser útil variar su dieta.
Asegúrate de que hace sus necesidades a diario
Un aspecto importante a tener en cuenta es la salud digestiva de tu felino. Si notas que tu gato siente molestias al orinar y/o defecar, o si sus deposiciones presentan sangre, llévalo al veterinario lo antes posible, ya que podría tener una infección u otro problema serio. Para saber más sobre trastornos digestivos, puedes revisar información sobre el estreñimiento en gatos.
Consejos prácticos para estimular el apetito de tu gato
Si a pesar de tus esfuerzos, tu gato continúa mostrando poco interés por la comida, considera estas recomendaciones:
- Ofrece variedad: Cambiar la marca de la comida o introducir nuevos sabores puede despertar su curiosidad y hacer que se interese más por la comida. Este cambio puede ser importante si su apetito es bajo.
- Calentar la comida: Entibiar un poco el contenido del comedero puede hacer que el olor, la temperatura y la consistencia sean más atractivos para él.
- Mezcla alimentos: Combinar el pienso seco con un poco de alimento húmedo o paté también puede ser una forma efectiva de aumentar su apetito.
- Evita distracciones: Crear un ambiente tranquilo y sin distracciones durante la hora de la comida puede ayudar a tu gato a sentirse más cómodo y dispuesto a comer.
Cuando debes preocuparte
Si notas que la disminución en el apetito de tu gato es significativa o prolongada, es fundamental que busques la opinión de un veterinario. Los cambios repentinos en el comportamiento alimentario pueden ser signos de enfermedad. Recuerda que la anorexia en los gatos es particularmente peligrosa y puede provocar complicaciones severas, como el hígado graso. Aunque es normal que los gatos coman menos durante los meses de calor, siempre debes estar atento a cualquier cambio en su comportamiento. Con los cuidados adecuados, tu peludo podrá disfrutar del verano de la mejor manera posible.