Los gatos. Encantadores, cariñosos, y muy dulces, al menos cuando duermen . Durante el día es cierto que los gatitos son MUY traviesos, hasta el punto de que pueden llegar a hacer cosas que no son del todo correctas, como arañar mientras juegan, pero hay que entenderlos: están en la edad de hacerlas, y también en la de que alguien les enseñe cómo deben de comportarse, siempre con respeto.
Cuando cierran sus preciosos ojitos y comienzan a soñar, apetece mucho acariciarlos, ¿verdad? Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué los gatos duermen sobre ti?
Hay varias razones por las que los peludos prefieren dormir con sus humanos antes que solos, que son:
Te quieren
Es simple. Un gato que te quiere va a querer pasar todo el tiempo posible a tu lado, tanto de día como de noche. Dormir contigo es una forma de hacerte saber que te aprecia y que quiere estar contigo, así que aprovecha el momento y ya verás como vuestra relación se fortalece aún más.
Tienen frío
Durante los meses otoñales e invernales la temperatura puede ser baja incluso dentro de casa. El gato, un animal más propio de los desiertos, busca el mejor lugar para protegerse del frío, y qué mejor sitio que en la cama, junto con su familia humana. Pero no sólo le protegemos a él, sino que él nos protege a nosotros ya que si bien es un peludo pequeño, si se pone a dormir por ejemplo junto a nuestra cara evitará que sintamos frío en esta parte del cuerpo.
Se sienten seguros
El gato necesita dormir en un lugar donde pueda sentirse seguro. Si nos fijamos, siempre duerme teniendo la espalda cubierta, ya sea por un cojín, la pared, un juguete, nuestro brazo… Esto es así porque en la naturaleza, o si vive con más compañeros peludos, sabrá que puede dormir tranquilo pues estará más o menos protegido. Así pues, dormir con nosotros le proporciona esa seguridad que tanto necesita.
Buscan comodidad
Para qué vamos a engañarnos: otro de los motivos es que la cama para humanos es mucho más cómoda que la que están hechas para los gatos. Y mucho más grande, también. Aún así, te diré algo: ya puedes tener una cama de matrimonio, que el gato va a dormir siempre a tu lado. No en la otra esquina, no, sino a nuestro lado.
Dormir con nuestro querido amigo de cuatro patas es una muy buena manera de pasar la noche, ¿no crees?