Hay muchos tipos de razas de gato, y hay algunas que también tienen distintas variedades. Una de ellas es la que, al hablar de ella, nos imaginamos a un precioso peludo con la cara chata de carácter por lo general tranquilo que disfruta de las caricias. El gato persa himalayo es uno de los distintos tipos que tiene el estándar, y es uno de los más bonitos.
Con su pelaje largo y suave, teñido de distintos colores, hacen que sea un animal muy querido para las familias, especialmente para aquellas que buscan a un peludo cariñoso y calmado. ¿Quieres saber más sobre él?
Origen y características físicas
El gato persa himalayo o colorpoint es un peludo que nació tras el cruce entre gatos persas y siameses en la Universidad de Harvard en 1930. Allí, dos científicos querían investigar cómo se transmitía el color en el pelaje. Como resultado, lograron unos felinos con el pelo largo de color crema -como el persa-, excepto sus patas, orejas y hocico que son marrones, rojos, chocolate, lilas, azules, focas, o tortie.
Los ojos son azul claro, bien proporcionados con el resto del cuerpo, el cual es de tamaño mediano a grande. Su esperanza de vida es de unos 14 años, siempre que reciba buenos cuidados.
Comportamiento y personalidad
Nuestro protagonista, llamado así por su parecido con el conejo himalayo, es un animal muy tranquilo y sociable por lo general. Le disgustan enormemente el ruido y la tensión, de modo que solo podrá vivir bien si la vivienda familiar, así como su familia, es de carácter calmado.
Puede llevarse bien con los niños si ellos no son alborotadores ni nerviosos; y aún así, no hay que dejarlos sin supervisión en ningún momento ya que los humanos y los felinos tenemos formas de jugar diferentes y podrían hacerse daño sin querer.
Imagen – Wikimedia/Arashah
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