Los que convivimos con gatos solemos dejarles el comedero a libre disposición. Este hábito puede deberse a muchos motivos, como las largas jornadas de trabajo o simplemente por comodidad. Sin embargo, debemos tener en cuenta las particularidades de la alimentación felina para que esta práctica no se convierta en un problema, especialmente si no controlamos cuánta comida ingiere nuestro gato. Por fortuna, este hecho no supone un inconveniente importante si sabemos cuánto debe comer mi gato.
Los gatos, a diferencia de los perros, tienden a ser animales que regulan su consumo de alimentos y suelen comer de manera repartida a lo largo del día. No obstante, debemos tener en cuenta algunos factores esenciales para su correcto desarrollo y bienestar.
¿Cuánta comida necesita un gato?
La cantidad diaria recomendada de alimentos para un gato dependerá de varios factores, como la edad, el tipo de comida que le ofrecemos (pienso seco, húmedo o dieta cruda), el nivel de actividad física y si el gato está esterilizado o no. No todos los gatos tienen las mismas necesidades, por lo que es esencial asegurarse de que está consumiendo la cantidad adecuada de calorías y nutrientes para su etapa de vida.
Los gatos adultos suelen requerir entre 200 y 300 gramos de comida húmeda al día, dependiendo de su tamaño. En el caso de pienso seco, las cantidades son considerablemente menores, ya que es un alimento mucho más concentrado en nutrientes. Por ejemplo, un gato adulto de 4 kg puede necesitar entre 45 y 65 gramos de pienso seco al día.
En general, se recomienda que los gatos más activos, como los que tienen acceso al exterior, consuman más calorías que los gatos de interior, que suelen ser más tranquilos y predispuestos a ganar peso si no se controla su ingesta alimenticia.
Comida para gatos según su edad y tipo de alimentación
La cantidad y tipo de comida que necesita un gato varía a lo largo de su vida. A continuación, se desglosan las necesidades nutricionales del gato en función de su etapa de vida:
Gatitos hasta las últimas cuatro semanas de edad
Los gatitos recién nacidos dependen completamente de la leche materna, que les proporciona los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Si la madre no puede alimentar a sus crías, es esencial proporcionarles leche maternizada específica para gatos hasta que puedan ingerir alimentos sólidos. No se recomienda proporcionar leche de vaca, ya que los gatos son intolerantes a la lactosa.
Gatitos entre las cuatro semanas y los dos meses
Cuando el gatito llega a las cuatro semanas, comienza a interesarse por los alimentos sólidos. En esta etapa es recomendable rehidratar el pienso seco con agua o utilizar alimentos húmedos específicos para gatitos. En esta etapa su dieta debe ser más rica en calorías y proteínas, ya que están en pleno crecimiento.
En términos generales, un gatito necesitará entre 3 y 4 tomas diarias, llegando a consumir entre 150 y 200 gramos de comida al día distribuida en varias comidas pequeñas.
Gatos jóvenes (de más de seis meses)
A partir de los seis meses, la ingesta de alimentos puede reducirse a dos o tres tomas diarias, comenzando a adaptar la cantidad a su peso adulto. En esta etapa es crucial que el pienso o comida húmeda que se le ofrezca esté formulada para gatos jóvenes, ya que requerirán de ciertos nutrientes específicos para consolidar su desarrollo físico.
Gatos adultos
En el caso de los gatos adultos, el número de tomas se puede reducir a dos al día, siempre controlando la cantidad de alimento que ingiere para asegurarnos de que no está comiendo en exceso, especialmente si está esterilizado.
Un gato esterilizado puede requerir hasta 30% menos calorías que un gato no esterilizado, debido a que suelen volverse menos activos y más propensos a engordar. Para estos gatos es recomendable ofrecer un pienso específico bajo en calorías.
Gatos senior
Los gatos senior, considerados como aquellos que tienen más de 7 o 8 años, tienen un metabolismo más lento y es posible que necesiten una dieta baja en grasas y proteínas más digestibles, ya que su aparato digestivo podría no procesar los alimentos tan eficientemente como antes. Asimismo, es común que los gatos mayores prefieran los alimentos húmedos, ya que son más fáciles de masticar.
Cómo realizar un cambio de dieta
A lo largo de la vida de tu gato, es posible que te veas obligado a cambiar su dieta, ya sea por problemas de salud, preferencias alimenticias o motivos económicos. Es importante realizar estos cambios de forma gradual para evitar problemas digestivos.
Un cambio brusco en la alimentación puede provocarle a tu gato vómitos, diarrea y malestar estomacal. Para evitarlo, se recomienda mezclar gradualmente la nueva alimentación con la anterior durante un periodo de una o dos semanas. De este modo, el tracto digestivo del gato se adaptará paulatinamente al nuevo tipo de comida.
Si el cambio es de una dieta cruda (BARF) a un pienso o comida húmeda, el proceso puede ser más largo y puede que el gato rechace inicialmente la nueva comida. En estos casos, es recomendable comenzar por introducir alimentos húmedos y, posteriormente, ir incorporando el pienso seco poco a poco.
Factores a tener en cuenta para una óptima alimentación
Para asegurarte de que tu gato recibe una alimentación adecuada, debes considerar diferentes aspectos que influirán en su salud general:
- Tipo de comida: Elige siempre una alimentación de calidad, ya que los alimentos baratos suelen tener mayor cantidad de subproductos y rellenos, lo que puede afectar negativamente a la salud de tu gato.
- Edad y peso: Las necesidades calóricas varían según la edad y el desarrollo físico del gato.
- Salud: Si tu gato tiene problemas de salud como alergias, obesidad o problemas renales, consulta con el veterinario para diseñar una dieta adecuada.
- Estilo de vida: Los gatos que viven en espacios interiores necesitarán menos calorías que aquellos que tienen acceso al exterior, ya que su actividad física es menor.
Cuidar la alimentación de tu gato es clave para su bienestar y longevidad, pues una dieta equilibrada puede prevenir enfermedades como la obesidad o las patologías renales, comunes en gatos. Dependiendo de la edad, peso y actividad física de tu felino, ajustar las porciones y el tipo de comida es vital para que pueda disfrutar de una vida saludable.