Los juguetes, con el tiempo, se rompen. Las uñas y los dientes de nuestro amigo harán lo posible para que así sea, mientras que nosotros nos esforzamos por encontrar aquellos que sean los más resistentes y duraderos, aunque para ello tengamos que gastarnos más dinero del que habíamos pensado.
Pero, ¿cada cuánto tenemos que ir a comprar más?
Dependiendo del material con el que estén hechos, hay algunos que durarán más que otros. Por lo general, aquellos que son de plástico suelen soportar mucho mejor los arañazos y los mordiscos que le da nuestro gato, mientras que aquellos de tela o plumas no suelen pasar del mes. Así pues, ¿cómo puedo saber que ha llegado el momento de sustituirlos? Muy fácil: en el momento en el que veas que el juguete pasa a ser un objeto de entretenimiento a un objeto que puede perjudicarlo; es decir, si ves que se puede tragar algo (algodón, cascabeles, o cualquier otra parte del mismo), deséchalo cuanto antes para evitar disgustos.
De esta manera, protegerás a tu peludo, el cual podrá continuar jugando con sus otros juguetes. Pero claro, cuando se rompen hay que sustituirlos, y para eso tenemos que ir a comprarlos… o hacerlos en casa.
Sí, en efecto: utilizamos cosas que pueden entretener al gato durante horas. Cosas como cajas de cartón, cuerdas, o cordones viejos pueden hacer que tu peludo se divierta. Incluso con papel de aluminio puedes hacer pequeñas bolas de un tamaño similar al que tienen las de golf, y tirársela para que salga corriendo a buscarla. Seguro que ambos os divertiréis mucho.
Como ves, no sólo hay juguetes para gatos en las tiendas o en los mercados locales, sino también en tu propia casa. Aprovéchalos, ahorra dinero y haz que el felino se lo pase en grande con ellos… y contigo.