Tanto si ya convives con gatos como si vas a empezar a hacerlo en breve, te invito a que leas este artículo pues en él te ofreceré una serie de consejos y sugerencias que te pueden ser útiles en algún momento dado.
Y es que estar con estos animales es una experiencia magnífica, pero puede ser aún mejor. Por eso, aquí tienes unos cuantos consejos para cuidar bien de los gatos.
Aliméntalos con comida de alta calidad
Los gatos son carnívoros. Para que puedan tener un buen crecimiento, desarrollo y posterior mantenimiento deben de comer carne. Para eso, es muy recomendable darles BARF, Dieta Yum, Summum o piensos sin cereales, ya sean húmedos o secos. En el caso de que sean húmedos, les daremos entre 5 y 6 veces al día; y si son secos les dejaremos el comedero siempre lleno.
Juega con ellos a diario
Estos peludos, especialmente si son gatitos o gatos jóvenes, necesitan jugar todos los días. Tienen mucha energía que deben de quemar, pero no lo harán si su familia humana decide tumbarse en el sofá o ignorarles. Tenemos que ser responsables para con ellos, y jugar con ellos unas 3 veces por día durante unos 15 a 20 minutos utilizando juguetes específicos para estos animales (o bolas de papel de aluminio, que también van muy bien para que se entretengan).
Deja que se comporten como gatos
Eso es lo que son. Los gatos saltan, arañan, se frotan contra los objetos y contra las personas que quieren,… Hay que dejar que sean como son, proporcioándoles rascadores, dejando que se suban a los muebles, que controlen su mundo desde arriba. Si no lo hacemos, la convivencia no será buena para ninguna de las dos partes, y es que como dice un experto en un documental (El lado salvaje de los gatos, de National Geographic): si tienes muebles caros, no tengas un gato.
Llévalos al veterinario cada vez que lo necesiten
Es un grave error pensar que los gatos son tan fuertes y resistentes que no caen enfermos nunca. Son animales, seres vivos. Es bien hora de dejar de decir que tienen siete vidas, pues solo tienen una. Si se caen mal se romperán huesos, e incluso pueden perder la vida. Si se infectan de un virus, enfermarán. Pueden tener resfriados, gripes, leucemia felina, y todo tipo de enfermedades. Cada vez que sospechemos que no se encuentran bien, tendremos que llevarlos al veterinario.
Con todo, seguro que van a estar muy felices a tu lado.