Cómo preparar la casa para la llegada de un gato. Ésa es una muy buena pregunta. Lo cierto es que no es tan fácil como parece, ya que hay varias cosas que comprar, y aún así hasta que no llega el animal al hogar no sabes si realmente lo tienes todo o no, puesto que cada felino es un mundo, es único e irrepetible con sus propios gustos y necesidades. Aun así, con una buena planificación y un entorno seguro, tranquilo y enriquecido, todo será mucho más sencillo.
Aún así, te vamos a ayudar a que la convivencia con tu nuevo amigo sea lo más agradable posible ya desde el primer día. Ten en cuenta su ritmo, evita prisas y prioriza su bienestar.
El gato va a necesitar varios recursos básicos a lo largo de su vida, que son:
- Rascador: para afilar sus uñas es importante que se le compre uno o varios, y que se coloque en la habitación donde la familia haga más vida. Mejor combina rascadores verticales y horizontales, firmes y altos (que le permitan estirarse por completo), y colócalos junto a zonas de descanso y cerca de muebles tentadores para redirigir el rascado.
- Comedero y bebedero: pueden ser de plástico, de cerámica o de acero inoxidable. Los tres son fáciles de mantener, aunque el de cerámica es algo más caro y tiene la desventaja de que si se cae al suelo se rompe. Pero con cualquiera de ellos tu gato va a poder comer y beber bien. Como extra, muchos gatos beben más con fuentes de agua; sitúa el agua alejada del arenero y de la comida para fomentar una hidratación adecuada.
- Cama: pero no una, sino dos, sobretodo si vives en una zona donde el verano y el invierno son muy diferentes. El peludo debe tener su «cama de verano», que debe ser tipo alfombra, y su «cama de invierno», que puede ser tipo cueva o estar hecha de lana. Colócalas en zonas silenciosas y con opción de altura para darle más seguridad.
- Juguetes: para que se lo pase estupendamente bien, debe de tener juguetes. Peluches, plumeros, pelotas, juguetes interactivos para gatos… Escoge algunos y ve cambiándolos a medida que se vayan rompiendo. Alterna juguetes de caza (plumas/cañas), de olfato y de inteligencia, y programa varias sesiones cortas de juego al día.
- Atención veterinaria: de vez en cuando será conveniente llevarlo al veterinario, ya sea para ponerle las vacunas, esterilizarlo o para que lo trate si está enfermo. Añade desparasitaciones periódicas, identificación con microchip y plan preventivo según su edad y estilo de vida.
Y, por supuesto, va a necesitar mucho cariño. De hecho, esto es lo más importante, lo que no puede faltar. Si quieres que tu nuevo amigo sea feliz, debes de hacerle sentir que le quieres, pero no un día, sino todos los que pase a tu lado. Respeta su espacio personal, prémialo cuando se acerque y ofrécele rutinas predecibles.

Crea un espacio seguro de adaptación
Antes de abrirle toda la casa, prepara una habitación tranquila como zona base. Incluye arenero, agua, comida, cama, rascador y juguetes. Mantén la puerta cerrada, informa a la familia y deja que el gato explore a su ritmo. Si se esconde, es normal; sitúa recursos a su alcance y evita forzar interacciones.
Cuando lo veas relajado (come, juega y usa el arenero), amplía el territorio poco a poco, presentándole nuevas estancias de forma gradual.

Pon la casa a prueba de gatos
Los gatos son curiosos por naturaleza; para consejos de seguridad, retira o asegura productos de limpieza, fármacos y objetos pequeños; protege cables con fundas; guarda bolsas de plástico, hilos y cuerdas; comprueba lavadora, secadora y armarios antes de cerrar; fija estanterías y retira objetos frágiles. Revisa tus plantas: evita especies tóxicas como lirios o aloe. Coloca papeleras cerradas y bloquea huecos donde pueda quedar atrapado.

Rutinas estables e introducción gradual
Establece horarios fijos de comida y juego. Las rutinas aumentan su seguridad y reducen el estrés. Presenta personas y otros animales con asociaciones positivas: intercambia olores con telas, usa premios y supervisa encuentros cortos, sin forzar. Ante señales de miedo, vuelve a un paso previo.
Arenero: elección, ubicación y limpieza
Opta por una bandeja del tamaño adecuado y arena que le resulte agradable a las patas. Colócala en una zona tranquila, siempre lejos de comida y agua. Como guía, en casas con varios gatos usa la regla n+1 (uno por gato, más uno) y retira deposiciones a diario, con limpieza profunda frecuente para evitar rechazos.
Comida, agua y dónde colocar cada recurso
Elige alimentación de calidad específica para su etapa y combina húmedo y seco si encaja con sus necesidades. Ofrece varias tomas al día al principio y agua fresca siempre disponible (mejor en fuente para estimular), situando comederos y bebederos en lugares separados del arenero y en zonas tranquilas de fácil acceso.
Enriquecimiento ambiental: juego y alturas
Además de rascadores, instala plataformas, estantes o árboles para trepar, zonas de observación en altura y escondites tipo cuevas. Realiza sesiones de juego diario que simulen la caza y finaliza con comida para cerrar el ciclo. Considera difusores de feromonas sintéticas para facilitar la adaptación.
Transportín, veterinario y seguridad
Ten un transportín rígido y déjalo abierto en casa con manta y premios para que lo asocie positivamente. Agenda su revisión inicial, plan de vacunación, desparasitación y esterilización cuando corresponda. Identifícalo con microchip y collar con placa. Asegura ventanas y balcones con redes o mallas resistentes para evitar caídas o fugas.
Señales de alerta y cuándo consultar
Durante la adaptación vigila si hay falta de apetito prolongada, vómitos o diarrea, apatía, ocultamiento constante o agresividad intensa. Ante dudas, contacta con tu veterinario para descartar problemas de salud o ajustar el plan de manejo.
Con una casa a prueba de curiosos, recursos bien ubicados, juego diario y mucha paciencia, tu felino ganará confianza y vosotros disfrutaréis de una convivencia armoniosa. Que disfrutes de su compañía ..
