El gato, si hay algo que le caracteriza, es por su obsesión por estar siempre limpio. Dedica buena parte del día a asearse, y por este motivo no es necesario que lo bañemos. Además, tampoco tendremos que sacarlo a pasear si dedicamos varios momentos del día a jugar con él, pero esto supone que le tenemos que proporcionar una bandeja o arenero donde pueda hacer sus necesidades.
Si no escogemos una arena adecuada o si le damos una alimentación de mala calidad, su baño se convertirá pronto en un foco de mal olor. ¿Cómo evitar que el orín de mi gato huela? Con estos sencillos trucos 🙂 .
Elige la arena adecuada
Las arenas para gatos más baratas, que son las que con más frecuencia encontramos a la venta en los supermercados, son aquellas que no tienen ningún componente que neutralice el olor. Por lo tanto, tendremos la obligación de cambiarla muy seguido y de limpiar el arenero con mucha frecuencia.
Para evitarlo, y de paso ahorrar un poco de dinero, es optar por comprar una arena que sea aglomerante, o de sílice. Con cualquiera de ellas podremos estar seguros que de la bandeja estará más tiempo limpia, ya que con un simple rastrillo podremos quitar fácilmente las deposiciones y los orines.
Limpia la bandeja a consciencia una vez semana
Independientemente de la arena que escojas, es importante limpiar la bandeja a consciencia una vez por semana. Si optas por una aglomerante o de sílice, no tendrás que cambiarla toda, sino que bastará con desechar aquella que esté usada.
Ponte guantes de goma y límpiala con unas gotas de lavavajillas. Después, sólo tendrás que quitarle bien la espuma y secarla.
Dale una alimentación de calidad
Si le estamos dando una alimentación de baja calidad, que contenga cereales y subproductos, el orín del gato puede oler bastante más de lo que debería. Por ello, por su propio bien, es muy recomendable que le des una comida de alta calidad, que contenga carne y verduras, pero no cereales (arroz, avena, trigo, cebada) ni tampoco subproductos.
Así, podremos respirar más tranquilos 🙂 .