El gato no es un gran bebedor de agua. Al haber evolucionado en los desiertos, prácticamente toda la que necesita la consigue a través de sus presas. Esto le puede causar muchos problemas en su tracto urinario, ya que los humanos le solemos dar pienso seco el cual tan sólo contiene entre un 30 y un 40% de humedad.
Además de todo ello, tenemos que tener muy presente que no puede estar más de dos días sin tomar nada del preciado líquido. ¿Qué hacer cuando eso pasa? ¿Cómo dar de beber a un gato?
Gatitos recién nacidos huérfanos
Si hemos encontrado un gatito huérfano de menos de 1 mes de vida, es muy importante que le demos su biberón tal y como se ve en la imagen superior. El pequeñín tiene que estar sobre sus patas, con el cuerpo ligeramente levantado con nuestra mano. Esta es la posición más natural para él, pues es la que adoptaría si tuviera a su mamá. Nunca tenemos que ponerlo como si fuera un bebé humano, ya que el agua o la leche que le diéramos se le podría ir por las vías respiratorias, asfixiándole.
A partir de las cuatro semanas podremos empezar a darle agua. Al principio con biberón, luego mezclándosela con comida húmeda (latas) para gatitos, y finalmente rellenando su bebedero. Hay que ir poco a poco. Mi gatita Sasha hasta que no cumplió el mes y medio no bebió nada de agua, por ejemplo. Mientras que coma comida húmeda, no habrá demasiado problema.
Gatos adultos
Cuando tenemos a un gato adulto que no bebe agua, lo primero que tenemos que saber es si el bebedero está limpio y en una habitación tranquila. A este peludo no le gusta nada la suciedad; y de hecho, si el agua tiene aunque sea una pequeña mota de polvo, puede que no la quiera probar. Lo mismo le pasará si le tenemos el bebedero cerca de su bandeja higiénica o en una habitación donde la familia hace mucha vida.
Por ello, lo ideal es limpiarle el bebedero cada día con una gota de lavavajillas y quitando luego con agua todo rastro de espuma. Lo rellenamos con agua potable (dulce) y se lo ofrecemos, siempre en una habitación tranquila.
Y si aún así no conseguimos que beba agua… entonces podremos probar de cambiarle el bebedero (los de plástico le suelen disgustar bastante). En el caso de que tampoco beba, tendremos que preocuparnos pues podría tener la Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felina (FLUTD por sus siglas en inglés), la cual es muy frecuente en gatos que no beben suficiente agua. Los síntomas son los siguientes:
- Sangre en la orina
- Lamerse en exceso la zona genital
- Dificultad para orinar, y dolor al hacerlo
- Intentos frecuentes y/o prolongados para orinar
Son varias las causas que la provocan, como la cistitis, diabetes, hipertiroidismo, obstrucción uretral, infección urinaria o cálculos urinarios. Por ello, es conveniente consultar con un veterinario lo antes posible para que pueda diagnosticar a nuestro amigo y le pueda poner en tratamiento.
Sólo así podremos conseguir que recupere su salud.