Cómo curar y prevenir una infección de orina en gatos

  • La alimentación y la hidratación son esenciales para evitar complicaciones urinarias.
  • El diagnóstico y tratamiento veterinario adecuado son claves para superar infecciones de orina.
  • Prevención: cuidado del arenero y reducción del estrés en el entorno del gato.
Gato triste por infección urinaria

Como la mayoría de animales de compañía, los gatos tienen una gran predisposición a padecer infecciones de orina a lo largo de su vida. Esta patología puede ser especialmente incómoda para el animal y requiere una intervención rápida para evitar complicaciones mayores. Los síntomas más frecuentes incluyen la presencia de sangre en la orina, así como un cambio en los hábitos de micción del gato. Es posible que, aunque el felino visite su bandeja higiénica con frecuencia, orine en muy pequeñas cantidades o muestre signos de dolor al hacerlo.

Identificar correctamente los síntomas y actuar a tiempo es crucial para mejorar la salud de tu gato. Afortunadamente, en muchos casos, se trata de un problema con una solución relativamente sencilla si se detecta pronto. A continuación, te explicamos cómo curar una infección de orina en gatos mediante cambios alimenticios, tratamiento veterinario y recomendaciones generales que favorecerán la recuperación de tu felino.

Alimentación adecuada para gatos con infecciones urinarias

cuánto debe comer mi gato según su edad y tipo de comida

Una dieta adecuada juega un papel crucial en la prevención y tratamiento de las infecciones de orina en gatos. Un pienso de alta calidad es fundamental para mantener el tracto urinario sano. Este tipo de alimentos debe contener un elevado porcentaje de carne, entre el 70 y 80%, y el resto de los ingredientes pueden ser verduras y vegetales. Es importante evitar los cereales, ya que pueden provocar reacciones alérgicas en el gato.

Considerar la dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food) es una alternativa, siempre y cuando se tenga una correcta supervisión sobre las cantidades y el equilibrio de nutrientes. No obstante, lo que nunca puede faltar es el acceso constante a agua fresca. Los gatos deben consumir entre 50 y 100 ml de agua por kilo de peso corporal diariamente. Una correcta hidratación es clave para evitar la formación de cristales en la orina y para ayudar al organismo del felino a expulsar las bacterias que pueden causar la infección.

En muchos casos, los veterinarios recomiendan dietas específicas para problemas urinarios que ayudan a acidificar la orina, lo que previene la formación de cálculos urinarios y facilita la eliminación de bacterias. Existen piensos diseñados específicamente para mantener el pH de la orina en niveles adecuados y son altamente recomendables para gatos con historial de infecciones urinarias.

Tratamientos y medicamentos para infecciones urinarias en gatos

Si sospechas que tu gato tiene una infección de orina, es esencial acudir al veterinario lo antes posible. El veterinario podría pedir una muestra de orina u otros análisis adicionales para confirmar la presencia de infección bacteriana, cristales o incluso piedras en la vejiga.

El tratamiento más común para una infección bacteriana incluye la administración de antibióticos, que atacarán directamente a las bacterias causantes de la infección. En los casos en los que la infección de orina esté acompañada de inflamación del tracto urinario, también se pueden prescribir antiinflamatorios para reducir el malestar del gato y facilitar la micción.

Otro aspecto importante es que los calmantes o anticonvulsivos pueden ser recetados en estos casos para reducir el dolor que el gato pueda estar experimentando al intentar orinar. La administración de este tipo de tratamientos debe llevarse a cabo bajo una estricta supervisión veterinaria. Jamás mediques a tu gato sin la aprobación de un profesional para evitar posibles complicaciones que pongan en riesgo la vida del animal.

Tratamiento para infección urinaria en gatos

Causas más frecuentes de infecciones de orina en gatos

Las infecciones urinarias en gatos pueden deberse a bacterias, cristales de orina o incluso factores psicológicos como el estrés. En otros casos, el desarrollo de calculos urinarios debido a una dieta inapropiada o la falta de hidratación puede ser la causa principal. Se ha observado que los gatos mayores o con enfermedades previas, como la diabetes, hipertiroidismo o enfermedad renal crónica, son más propensos a padecer infecciones urinarias.

Además, los gatos castrados y los que viven en espacios cerrados y estresantes tienden a desarrollar esta patología con mayor frecuencia. El estrés, los cambios en el entorno del felino y la llegada de nuevos animales o personas a la familia pueden desencadenar una cistitis idiopática, una forma de cistitis que no está asociada a una infección bacteriana y que se caracteriza por la inflamación del tracto urinario.

En casos de cristales o cálculos urinarios, es importante tomar medidas preventivas a través de la alimentación y la ingesta de agua. La formación de cristales en gatos puede ser dolorosa y llevar a obstrucciones potencialmente graves, especialmente en gatos machos, ya que su uretra es más estrecha.

Gato hidratándose para evitar infección de orina

Cómo prevenir infecciones de orina en gatos

Tener una higiene adecuada del arenero es clave para prevenir futuras infecciones de orina. Es recomendable cambiar la arena con frecuencia y asegurarse de que el arenero esté en un lugar tranquilo donde el gato se sienta seguro, además de mantener una correcta hidratación. Colocar varios cuencos de agua o utilizar fuentes de agua podría incentivar al gato a beber más.

También es importante evitar el estrés en el ambiente del gato. El estrés crónico debilita el sistema inmunológico del felino y lo predispone a infecciones como la cistitis idiopática. Encontrar maneras de reducir el estrés, como proporcionar juguetes o espacios seguros, puede ser beneficioso.

Finalmente, algunos gatos pueden beneficiarse de una dieta específica formulada para el tracto urinario, que ayuda a mantener el pH adecuado de la orina y reduce la aparición de nuevos cristales urinarios.

Si observas algún cambio en el comportamiento de tu gato relacionado con la micción, como esfuerzo al orinar, micción fuera del arenero o sangre en la orina, no dudes en acudir a tu veterinario. Una intervención temprana es clave para la salud del felino.