Llegas a casa, y nada más abrir la puerta te encuentras a tu gato que ya te estaba esperando. ¿Qué haces? ¿Lo saludas y ya está; o lo coges y te lo comes a besos? Es probable que optes por la segunda opción, pero… ¿cómo sabes si realmente a él le apetece que le abraces?
Con el paso de los días, y sobretodo de las semanas, las personas vamos entendiendo los gestos de nuestro peludo, pero a veces podemos equivocarnos. Entonces, ¿cómo abrazar a un gato en el momento más adecuado?
Observa su lenguaje corporal
Esto es lo más importante. Un gato que no quiere mimos no te los pedirá. Aunque sea obvio, a veces creemos -o queremos creer- que nuestro peludo quiere que le demos cariño a cada rato, y eso no tiene por qué ser verdad. Hasta el felino más sociable, amigable y afectuoso del mundo necesita estar un tiempo un poco »apartado» (que no solo) de la familia. Por ejemplo, cuando vemos que se echa una siesta al otro extremo del sofá, es porque le apetece estar ahí y no junto a nosotros. Ello no significa que no nos quiera, simplemente que en ese instante le apetece dormir allí.
Pero, ¿cómo saber cuando sí quiere mimos? Bueno, para eso tendremos que fijarnos en varias cosas:
- Su mirada será muy dulce, incluso puede abrir y cerrar los ojos lentamente como muestra de aprecio hacia nosotros.
- Si está de pie, tendrá la cola levantada y, o no la moverá, o la moverá poco a poco; en el caso de estar sentado, no nos perderá de vista.
- Su pelo se mantendrá en posición normal; es decir, que no lo tendrá erizado.
- Puede que se suba a nuestro regazo al menor gesto -voluntario o involuntario- que hagamos.
Cógelo en brazos correctamente
Ahora ya sabemos cuándo un gato quiere mimos, pero ¿cómo se sostiene en brazos? En muchos sitios podremos leer que hay que cogerlo del pellejo entre los hombros y su cabeza, del mismo modo que hacía su madre con él, pero yo no estoy muy a favor de eso, por la sencilla razón de que los humanos no somos gatos -o en este caso, gatas-. Es verdad que con nuestras manos podemos ser muy delicados, pero también muy brutos aunque no sea ésa nuestra intención. Además, no se debe de coger a un gato adulto de esta manera, porque le haríamos daño.
Partiendo de esto, aconsejo coger en brazos, tanto a gatitos como a gatos adultos, de esta forma:
- Lo primero es levantarlo del suelo, y para ello hay que poner las dos manos por debajo de sus patas delanteras, en sus axilas.
- Después, se apoya en nuestro pecho, poniendo sus patas delanteras a la altura de nuestros hombros.
- A continuación, bajamos una mano para sostener sus patas traseras, mientras que con la otra lo mantenemos sujeto.
- Finalmente, le damos unos cuantos besos y mimos. 🙂
¿Te ha sido de utilidad?