No hay nada más tierno como ver a un gato o gatito durmiendo. Es una escena que despierta el instinto de protección que todos llevamos dentro y, además, tiene un efecto relajante en nosotros, ayudando a disminuir las hormonas del estrés y mejorando nuestro ánimo.
Si estás planeando convivir con un peludo amigo o ya lo tienes en casa, uno de los elementos esenciales que necesitas adquirir es una buena cama para gatos. Dado que hay un sinfín de opciones disponibles, hemos preparado una exhaustiva guía con una selección de camas para gatos. Aquí encontrarás el modelo perfecto para tu mascota.
Aspectos importantes antes de comprar una cama para gatos
Antes de acudir a una tienda o realizar tu compra online, es fundamental considerar varios factores que determinarán cuál es la cama más adecuada para tu minino:
- Tamaño del gato: Es crucial elegir una cama que se adapte al tamaño de tu mascota. Si es un gatito, aunque puedas sentirte tentado a elegir una cama pequeña, es recomendable optar por una cama para adultos si no planeas reemplazarla pronto.
- Edad del gato: Los gatos más jóvenes suelen ser más activos y juguetones, por lo que podrían disfrutar de camas que integren juguetes. Por otro lado, los gatos senior podrían preferir camas que sean más accesibles y cómodas.
- Clima y estación del año: Si vives en un lugar cálido, una cama tipo alfombra con tela transpirable es ideal. En invierno, una cama con acolchado extra o incluso tipo cueva ayudará a tu gato a mantenerse cálido y cómodo.
- Zonas favoritas: Observa dónde suele dormir tu gato. Si prefiere los lugares altos, una hamaca para radiadores o ventanas puede ser su opción favorita. Por otro lado, si elige rincones escondidos, una cama tipo cueva será ideal.
A continuación, profundizamos en las características y ventajas de cada tipo de cama que hemos seleccionado.
Cama Soft Fleece
Este modelo es perfecto para gatos frioleros que buscan mantener el calor en los meses más fríos. Fabricada en materiales suaves y cálidos, la cama Soft Fleece cuenta con medidas de 46x42x15 cm, lo que la hace ideal para gatos pequeños y medianos. Disponible en colores marrón y rosa, destaca por su diseño con una adorable huella en el centro.
Ventajas:
- Suave y térmica, ideal para climas fríos.
- Tamaño perfecto para gatos pequeños y medianos.
- Diseño atractivo que combina con cualquier hogar.
Cama para radiador
Las camas para radiador son una solución práctica y funcional para hogares con poco espacio. Este modelo, en particular, mide 48x36x31 cm y se puede colocar fácilmente en cualquier radiador estándar. Es ideal para gatos que disfrutan mantenerse calientes y buscan una posición elevada para descansar.
Ventajas:
- Aprovecha el calor del radiador para ofrecer un lugar acogedor.
- Es ideal para gatos que prefieren zonas elevadas.
- Fácil de instalar y de limpiar.
Cama Deluxe
Si buscas una cama con elegancia y estilo clásico, la Cama Deluxe es la opción perfecta. Esta cama cuenta con una estructura cubierta de felpa y un cojín extraíble que facilita su limpieza. Disponible en colores claros y oscuros, sus medidas de 45x40x45 cm la hacen ideal para gatos pequeños y medianos.
Ventajas:
- Diseño elegante que combina con decoraciones clásicas.
- Cojín extraíble para facilitar la limpieza.
- Materiales suaves que garantizan la comodidad del gato.
Cama hamburguesa
Con un diseño único y divertido, la cama hamburguesa es un excelente refugio para gatos juguetones y curiosos. Fabricada en algodón suave aterciopelado, esta cama tiene unas medidas de 31x31x46 cm, lo que la convierte en una opción acogedora para gatos pequeños.
Ventajas:
- Diseño innovador que encanta a gatos y humanos por igual.
- Material aterciopelado suave y cómodo.
- Proporciona un lugar seguro y cálido para el descanso.
Tipos de camas para gatos según su funcionalidad
Además de los modelos mencionados anteriormente, existen diferentes tipos de camas que cumplen necesidades específicas según el comportamiento y preferencias del gato. Aquí te explicamos más sobre cada una:
- Iglús y cuevas: Proporcionan un refugio seguro y cálido, ideal para gatos que buscan privacidad.
- Hamacas: Diseñadas para ventana o radiadores, permiten que los gatos disfruten de vistas elevadas mientras descansan.
- Alfombras térmicas: Ideales para gatos que necesitan mantener una temperatura constante.
- Camas ortopédicas: Perfectas para gatos mayores o que requieren mayor soporte.
Con tantas opciones disponibles, es importante elegir una cama que no solo sea funcional, sino que también se integre al entorno de tu hogar.
Que chulas son todas.
Cuando mi gata parió, lo hizo en una «casita» estilo a esa del ramo, por cierto que son tan limpios, que aparte de que no ensucian prácticamente nada cuando paren, lo poquísimo que pueden manchar, que es la humedad que tiene la placenta y el bebé gatito, lo lamen y comen todo, todo, impresionante.
Por cierto que para ayudar a la gata, simplemente acercarle la placenta cuando haya salido del todo, ella la abrirá y reanimará al gatito. Yo abrí alguna cuando estaba cansada, pero yo no los podía reanimar!!! Al ponerlos junto a ella (sin perder tiempo!) ella los lame y les da la vida, en serio, dejarle a ella, nosotros no sabemos darle “la chispa de la vida”.
La casita le fue muy bien, para tenerlos a todos controlados, calentitos y en intimidad. Había que vigilar que no se le quedara alguno debajo de ella, o entre los pliegues de la mantita, etc. Para eso era muy cómodo que el techo se pudiera levantar al ir cogido con cremallera.
Cuando crecieron un poco, a continuación de la puerta de la casita, pusimos una cama plana y grande con un poquito de borde para apoyar la espalda la gata, parecida a esa negra Songmics. La casita les servía de «patio de juegos», al principio por dentro y luego la escalaban, la hundían, también dormían dentro, bueno muy práctica.
Que por cierto cuando son pequeñines, hasta un mes, la madre les bebé el pipí, y popó si tienen.
Como eran 8 y la mamá no daba a basto, le ayudábamos con la tarea, cogiendo los pequeñines y con bayetas de esas esponjosas, al rozarles suavemente las partes bajas pues hacían pipí y así se lo ahorrábamos a la madre. Popó no hicieron nunca, fueron directamente a la bandeja al mes.
Pero sí que tuvimos que poner en su cama, bajo una mantita de esas de fibra que se secan enseguida, un suelo de pañales sin la parte elástica, para que los que hicieran pipí no mojaran la cama comunitaria ni a la madre que apenas se levantaba, sólo para comer, beber e ir al lavabo.
La cama la han de tener siempre limpia, seca y desinfectada, o no irán.
Cuando los gatitos tenían dos meses, ya correteaban por todos lados, la madre con 8 bebés ya empezaba a estar harta de amamantar, así que en la cama ya no quedaba nadie.
La casa la guardamos, luego la súper cama, también la quitamos porque no la usaban. Le compramos una cama iglú como esa de la fresa, pero no quieren camas. Duermen todos o en el rascador grande que tiene plataformas con respaldo, o en el sofá (ponemos una sábana de protección que vamos cambiando)
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Qué tierno debió de ser ver nacer a los gatitos 🙂
Es recomendable tener dos o más camas, que no tienen por qué ser camas como tal, sino que se le puede poner una manta al sofá, otra a la cama donde durmamos…
Los gatos no siempre duermen en la misma: les gusta ir cambiando dependiendo de la estación del año, y de las preferencias del propio peludo.