El Calicivirus Felino es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a las vías respiratorias superiores de los gatos. Aunque se considera una especie de «gripe felina», su severidad puede variar desde casos leves hasta cuadros clínicos graves, especialmente en gatos jóvenes, inmunodeprimidos, o no vacunados.
En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre el calicivirus en gatos, desde cómo identificar los primeros síntomas, pasando por las causas de transmisión, hasta las opciones de tratamiento.
¿Qué es el calicivirus felino y cómo afecta a los gatos?
El calicivirus felino pertenece a la familia Caliciviridae, y es un virus que puede mutar con bastante facilidad, lo que genera múltiples cepas. Estas cepas provocan diferentes grados de gravedad en los síntomas y complican su diagnóstico y control. Aunque muchos gatos se recuperan sin problemas, otros pueden ser afectados de manera crónica y, en los peores casos, incluso morir.
Los síntomas que provoca el calicivirus pueden confundirse con otras infecciones respiratorias, como la infección por herpesvirus felino. Esto hace que sea especialmente relevante observar cualquier signo de deterioro en el gato.
Síntomas del calicivirus felino
El calicivirus felino se manifiesta inicialmente con síntomas respiratorios similares a un resfriado común en humanos. No obstante, hay signos más específicos que se deben vigilar de cerca:
- Ulceraciones orales: Uno de los síntomas más característicos del calicivirus son las úlceras en la boca, especialmente en la lengua y el paladar. Estas pequeñas llagas pueden ser extremadamente molestas para el gato, causando pérdida de apetito.
- Ojos rojos e inflamados: La inflamación ocular, acompañada de lagrimeo excesivo, es también habitual.
- Congestión nasal y estornudos: Los gatos pueden tener secreciones nasales abundantes, lo que además les afecta el sentido del olfato y reduce su apetito.
- Fiebre y apatía: Especialmente en los casos más graves, la fiebre puede ser un indicativo importante de la infección.
- Cojera transitoria: Algunos gatos pueden experimentar lo que se conoce como “síndrome de la cojera”, una inflamación articular que se presenta de forma alternante.
¿Cómo se transmite el calicivirus felino?
El calicivirus se encuentra en las secreciones orales, nasales y oculares de los gatos infectados. Se transmite de varias formas:
- Contacto directo: Es la vía más común de contagio, ya sea por contacto con las secreciones de un gato enfermo o por compartir comederos o bebederos.
- Objetos contaminados: El virus puede sobrevivir en el ambiente durante varios días e incluso semanas en objetos como juguetes, mantas o camas.
- Transporte humano: Las personas también pueden transportar el virus en sus manos o ropa tras haber tenido contacto con un gato infectado.
Diagnóstico y tratamiento del calicivirus felino
El diagnóstico del calicivirus suele hacerse a partir de muestras de secreciones orales o nasales del gato, además de una evaluación clínica basada en los síntomas que presente. En algunos casos, pueden necesitarse pruebas adicionales, como análisis de sangre o radiografías, especialmente si se sospecha de una neumonía viral.
No existe un tratamiento específico que elimine el calicivirus en los gatos. El enfoque terapéutico se centra en aliviar los síntomas, prevenir infecciones bacterianas secundarias y apoyar al sistema inmunitario del gato:
- Antibióticos: Aunque no pueden matar el virus, los antibióticos se utilizan para tratar infecciones bacterianas secundarias, que son comunes en gatos debilitados por el virus.
- Antiinflamatorios: Se utilizan para aliviar el dolor y reducir la inflamación, especialmente en casos de artritis o ulceraciones bucales.
- Hidratación: La fluidoterapia puede ser necesaria en gatos que no consumen suficientes líquidos debido a la pérdida de apetito.
- Alimentación especial: Ofrecer comida húmeda y templada ayuda a estimular el apetito en los gatos con úlceras bucales.
Prevención del calicivirus en gatos
La vacunación es el método más eficaz para prevenir el calicivirus en gatos. La vacuna trivalente felina, que protege contra el calicivirus, el herpesvirus y el parvovirus, es altamente recomendada por los veterinarios.
No obstante, es importante recordar que, debido a las múltiples cepas del virus, la vacuna no garantiza una inmunidad completa, pero sí ayuda a que los síntomas sean menos graves en caso de infección.
Otras medidas preventivas incluyen:
- Mantener una correcta higiene en los objetos del gato: comederos, camas y juguetes deben ser desinfectados regularmente.
- Evitar el contacto cercano con gatos desconocidos, especialmente si hay sospechas de que pudieran estar enfermos.
- Consultar al veterinario ante cualquier signo de enfermedad, para tomar las medidas correspondientes.
El calicivirus puede ser una afección grave en gatos, especialmente en los más vulnerables. El diagnóstico temprano, el control de los síntomas y la vacunación son las mejores herramientas para combatir esta enfermedad y evitar su propagación. Siempre que notes cualquier signo de alerta, acude a tu veterinario para garantizar el bienestar de tu felino.