¿Tienes pensado irte a vivir a otro país pero te preocupa que tu gato lo pase mal durante el viaje? Es normal. Sacar a un animal como este de lo que ha sido su refugio y llevarlo a un sitio nuevo le puede estresar mucho, sobretodo si tenemos en cuenta que su tolerancia al estrés es muy baja. Afortunadamente, son varias las cosas que puedes hacer para que no surja ningún problema.
Si quieres sabes cómo deben serlos viajes internacionales con gatos, no dejes de leer. 🙂
Antes del viaje
Dos o tres meses antes de viajar es muy importante reservar el billete de avión o barco para que nuestro gato pueda estar contigo durante el trayecto. Lamentablemente, no todas las compañías aceptan animales de compañía y, en las que sí, solo aceptan a un número máximo (suele ser 4). Además, es necesario hablar con ellos para saber cómo debe de ser el transportín y para resolver dudas.
Otra de las cosas que hay tienes que hacer es llevarlo al veterinario para que le ponga el microchip y la vacuna que necesite, siendo obligatoria la de la rabia. De paso, se puede aprovechar para que le haga una revisión para, más que nada, asegurarte de que está bien de salud y que puede viajar sin problemas. En el caso de que no fuera así, es decir, en el caso de que el profesional te dijera que está enfermo, lo mejor será esperar a que se recupere.
Más adelante, unas 5-6 horas antes de partir, hay que quitarle la comida para que luego no le siente mal. Cuando llegue la hora, coge su pasaporte y la cartilla de vacunas, y mételo en el transportín con su manta favorita para que esté lo más cómodo posible.
Durante el viaje
Mientras dure el viaje, debes de tratar de mantener la calma en todo momento ya que de lo contrario tu gato lo notará y se pondrá también nervioso. También es muy recomendable hablarle de vez en cuando, en un tono de voz alegre y calmado. Escucharte le ayudará a distraerse, olvidándose un poco de dónde está.
Después del viaje
Cuando por fin hayáis llegado a vuestro nuevo hogar, es muy importante dejar al gato en una habitación hasta que hayas terminado de dejar las cosas en su sitio. Esto le ayudará a no agobiarse tanto, consiguiendo así adaptarse más rápido a lo que será su nuevo refugio. Si ves que se va a poner muy nervioso, puedes comprar Feliway en difusor (aquí por ejemplo) que le servirá para relajarse.
En esa guarida provisional tienes que ponerle su cama, comedero, bebedero, juguetes y el arenero. De esta forma, aunque se sentirá extraño al principio, poco a poco irá entendiendo la situación. Una vez terminada la mudanza, podrás sacarlo para que pueda empezar su nueva vida.
¡Que tengáis un buen viaje!