Todo sobre la vacuna de la rabia en gatos

Vacunando a un gato

La rabia es una enfermedad que, si bien está extinguida en muchos países del mundo entre los que se encuentra España, sigue siendo una amenaza a combatir ya que si no se trata acaba con la vida del afectado, sea persona o animal de cuatro patas.

Además, hay que tener en cuenta que es muy contagiosa y que puede pasar de una especie a otra con bastante facilidad a través de, por ejemplo, un mordisco. Por eso, es importante saber cuándo hay que ponerles la vacuna de la rabia a los gatos, y sus posibles efectos secundarios para mantenerlos protegidos.

¿Qué es la rabia?

La rabia es una enfermedad vírica aguda y mortal que daña al sistema nervioso central. Si bien es mucho más común en perros que en gatos, los felinos también son animales vulnerables a su contagio, al igual que los humanos. Un arañazo o un mordisco es suficiente para que el virus entre en el organismo del animal y lo infecte.

¿Cuáles son los síntomas en gatos?

Los síntomas más frecuentes en gatos son:

  • Fiebre
  • Hinchazón o enrojecimiento de la zona afectada
  • Dolor
  • Hiperactividad o por el contrario letargia
  • Pérdida de peso y apetito
  • Irritabilidad
  • Convulsiones
  • Aversión al agua

Una vez que sospechamos que pueden padecerla, hay que llevarlos urgentemente al veterinario.

¿Cuándo hay que vacunarlos?

La mejor curación es la prevención, de modo que aunque no los va a proteger al 100% (sí en un 98 o 99%) la vacuna es obligatoria ponérselas a los cuatro meses de edad y de nuevo cada año pero solo si son animales que salen al exterior y/o que van a viajar. Y es que los gatos caseros, que no salen nunca de su casa, no la necesitan.

El precio de la vacuna es de unos 30 euros.

¿Tiene efectos secundarios?

Normalmente no se manifiestan, pero como todo medicamento sí tiene efectos secundarios. Estos pueden ser leves o graves:

  • Leves: pequeña hinchazón, enrojecimiento, estornudos y un poco de letargo. Desaparecen en 24 a 48 horas después de la vacunación.
  • Graves: problemas para respirar, pérdida de apetito, vómitos, convulsiones, letargo extremo. Ocurre en gatos alérgicos a la vacuna, y hay que llevarlos al veterinario lo antes posible pues su vida depende de ello.

Lleva a tu gato al veterinario si sospechas que tiene anemia

Espero que te haya sido de utilidad 🙂 .


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