Las alergias son unos de los problemas más comunes en los seres humanos. Hoy estamos expuestos a multitud de alérgenos que, en muchas ocasiones, hacen que nuestro sistema inmunológico reaccione de una manera exagerada, liberando histamina y provocándonos esos síntomas tan molestos como picor en ojos y/o nariz, secreciones nasales y/o estornudos. La alergia a los felinos puede aparecer a cualquier edad y en personas sin antecedentes previos.
Lamentablemente, uno de los tipos de alergias es la alergia a los gatos, o más concretamente a la caspa de estos animales. ¿Qué podemos hacer para convivir con ella?
Lo esencial (TL; DR)
- El pelo no es el culpable: los síntomas los provocan proteínas de la saliva y la caspa (como Fel d1 y Fel d4) que se dispersan en el ambiente.
- Síntomas típicos: estornudos, congestión, ojos llorosos, picor, ronchas y, en personas sensibles, asma.
- Diagnóstico: pruebas cutáneas y/o análisis de sangre para detectar IgE específica y grado de sensibilidad.
- Soluciones: limpieza con HEPA, zonas libres de gato, antihistamínicos, corticoides nasales, inmunoterapia y estrategias para reducir Fel d1.
- Aparición: puede desarrollarse de forma repentina en cualquier momento de la vida.
Descubre si tienes alergia a los gatos
Antes de tomar medidas, es importante primero saber si tienes alergia o no a los gatos, consulta nuestra guía sobre la alergia en gatos, ya que aunque puede parecer fácil de saber, en realidad los síntomas de las distintas alergias son tan parecidos que es mejor asegurarse. Sabrás si eres alérgico a los gatos si:
- Si después de acariciarlos y de pasarte las manos por la cara, sientes picor en ojos y nariz.
- Si al estar en una zona donde van mucho los gatos (por ejemplo, a la habitación donde tengas las bandejas higiénicas), empiezas a notar como si tuvieras los ojos sucios, incluso puede que tengas secreciones nasales líquidas (como si fuesen agua).
- Si estás sentado/a en, por ejemplo, en el sofá donde han estado recientemente los animales, y empiezas a estornudar y/o tener picor en ojos y/o nariz.
- Si te haces la prueba para la alergia, lo cual es muy recomendable en caso de duda y, aún más, en caso de sospecha de tenerla. Es indolora (pero sí muy molesta, pues si realmente se confirman tus sospechas vas a sentir un picor bastante intenso), y no dura más que 10-15 minutos.
- Si además aparecen ronchas o picor en la piel tras el contacto, o notas tos, pitos en el pecho o falta de aire.
Importante: los síntomas pueden confundirse con resfriados, polvo o polen. Un alergólogo confirmará la causa y el grado de sensibilidad. La alergia a mascotas es frecuente en la población general y no excluye la coexistencia con otras alergias (ácaros, pólenes).
¿Qué causa la alergia a los gatos?
La alergia no se debe al pelo en sí, sino a proteínas presentes en la saliva, la orina y la caspa de los gatos. La principal es Fel d1 (producida en glándulas salivales y sebáceas) y también Fel d4. Al acicalarse, estas proteínas pasan al pelaje y a la piel, se adhieren a superficies, ropa y tejidos, y se dispersan por el aire en forma de partículas muy finas.
Estas partículas son invisibles y persistentes: pueden permanecer en el hogar durante meses incluso tras retirar al animal, y viajar en la ropa a otros entornos. De hecho, los alérgenos felinos pueden mantenerse 6-12 meses en interiores sin una limpieza intensiva.
La producción de Fel d1 varía: los machos enteros suelen producir más y la esterilización puede reducir su emisión; los gatos jóvenes desprenden menos caspa que los adultos. Existe además reactividad cruzada con otras proteínas animales (albúminas), por lo que algunas personas sensibilizadas pueden reaccionar también a otros mamíferos o presentar síndromes cruzados poco frecuentes (como el llamado cerdo-gato).
Síntomas habituales y cómo se manifiestan
- Vías respiratorias: congestión, goteo nasal, estornudos, tos, sibilancias o presión en el pecho.
- Ojos: lagrimeo, picor y enrojecimiento compatibles con conjuntivitis alérgica.
- Piel: picor, urticaria o erupciones en zonas de contacto.
- Nariz/garganta: cosquilleo constante, obstrucción, carraspera.
La intensidad varía de leve a grave. En personas con asma, la exposición puede desencadenar crisis, por lo que el control ambiental y el tratamiento médico son esenciales. Algunos antihistamínicos pueden causar somnolencia, por lo que conviene ajustar pauta y molécula con el especialista.
Diagnóstico: pruebas y valoración clínica
El diagnóstico lo realiza el especialista con:
- Prueba cutánea (prick test): se aplica una pequeña cantidad del alérgeno (p. ej., Fel d1) y se evalúa la reacción local.
- Análisis de sangre: mide IgE específica frente a alérgenos felinos y puede estimar el grado de sensibilización.
Si tomas antihistamínicos, puede ser necesario suspenderlos unos días antes del prick test; el análisis de sangre es útil si hay dermatosis o no se puede parar medicación. Estas pruebas, junto con la historia clínica y la exposición real, determinan el plan terapéutico más adecuado. En algunos centros se solicita IgE a componentes individuales (como Fel d1 o Fel d4) para perfilar riesgos y opciones.
¿Qué hacer si tengo alergia a los gatos?
Bueno, esta es una pregunta que no tiene una única respuesta. El médico es probable que te diga -puede que no con estas palabras- que te deshagas de ellos, lo cual existiendo productos que te pueden ayudar a sobrellevarla no me parece muy lógico. Por ello, y dependiendo de la gravedad de tu caso, tienes que tomar estas medidas:
- Limpia a fondo toda tu casa: pasa la aspiradora con filtro HEPA en vez de la escoba, utiliza trapos atrapa-polvo para limpiar los muebles, frega el suelo a diario.
- Evita que los gatos entren en tu dormitorio: así te aseguras de que tu habitación esté libre de caspa de gato. Esto es especialmente recomendable en casos de alergia graves.
- Pide a otra persona que cepille a los gatos y que limpie los areneros a diario: con ello la cantidad de pelo que dejan por la casa será mucho menor, y eso por no hablar de que los animales estarán muy contentos al tener sus WCs particulares limpios.
- Ponles a tus gatos un producto anti-alergia: lo encontrarás tanto en las clínicas veterinarias como en las tiendas de animales. Tan sólo poniéndole un poco de este producto sobre el pelaje siguiendo las indicaciones especificadas en el envase, conseguirás mejorar mucho.
- Toma antihistamínicos prescritos por tu médico: gracias a ellos podrás sobrellevar mucho mejor la alergia ya que tus síntomas se aliviarán. Por lo general, el tratamiento es de por vida pues esta enfermedad no tiene cura.
- Refuerza el control ambiental: usa purificadores HEPA, ventila a diario, lava textiles (sábanas, cortinas) con frecuencia y considera fundas antiácaros en colchón y almohadas.
- Higiene del gato sin estrés: si no tolera el baño, emplea baños en seco o toallitas específicas recomendadas por tu veterinario.
- Valora la dieta: existen alimentos formulados para reducir la cantidad de Fel d1 activa en la saliva, lo que disminuye el alérgeno que llega al entorno.
- Baño y cepillado: si el gato lo admite, un baño 1-2 veces/semana y cepillado fuera de casa reducen alérgenos; consulta productos adecuados.
- Esterilización: en machos puede disminuir Fel d1 y contribuir al control global del alérgeno.
En alergias moderadas o graves, el especialista puede añadir corticoides intranasales, fármacos para la conjuntivitis y, si hay asma, medicación inhalada de control.
Inmunoterapia y nuevas vías de tratamiento
Cuando la medicación y el control ambiental no bastan, puede indicarse inmunoterapia (vacunas) subcutánea o sublingual. Expone al organismo a dosis controladas del alérgeno para reducir la reactividad de forma progresiva y duradera. En pauta subcutánea se inicia con dosis crecientes hasta mantenimiento, y la sublingual se administra de forma regular en gotas o comprimidos según protocolo.
También se investigan terapias con anticuerpos que bloquean el alérgeno o la respuesta inmune, con el objetivo de disminuir los síntomas con menos efectos secundarios. Consulta con tu alergólogo las opciones disponibles en tu región y la idoneidad según tu perfil de sensibilización.
¿Existen gatos hipoalergénicos?
No hay gatos 100% hipoalergénicos, pero algunas razas pueden producir menos alérgenos o desprender menos caspa. Razas como Siberiano, Devon Rex, Javanés o Sphynx son citadas con frecuencia por personas alérgicas que refieren menos síntomas, si bien la respuesta es individual y depende, entre otros factores, de la cantidad de Fel d1 y de los hábitos de aseo del gato.
Consejos prácticos para convivir mejor
- Zonas libres de gato: prioritiza el dormitorio. Cuanto menos alérgeno en el lugar de descanso, mejor recuperación nocturna.
- Textiles y superficies: minimiza alfombras y moquetas, lava mantas y fundas con regularidad y aspira sofás y colchones.
- Rutina del gato: cepillado regular por una persona no alérgica; si se baña, que sea con productos adecuados y siguiendo pautas veterinarias.
- Higiene personal: lávate las manos tras interactuar con el gato y evita tocarte ojos y nariz.
Si dejas de convivir con el gato, recuerda que los alérgenos pueden persistir meses. Mantén la limpieza intensiva con HEPA para acelerar su reducción.
¿Es alergia o es otra cosa?
Las ronchas, la picazón o los estornudos pueden deberse a otras afecciones: resfriados, alergias al polvo o al polen, dermatitis por contacto (p. ej., pipetas antiparasitarias) o asma no alérgica. Ante síntomas intensos o persistentes, consulta para un diagnóstico certero y tratamiento adecuado.
Esperamos que estos consejos y trucos te sean de utilidad para poder convivir lo mejor posible con la alergia. Con una estrategia combinada de control ambiental, tratamiento médico e información fiable, muchas personas consiguen disfrutar de la compañía de su gato con síntomas controlados y una calidad de vida muy satisfactoria. Si tienes dudas, un alergólogo podrá personalizar las medidas y valorar terapias avanzadas.
