Síntomas de enfermedad en gatos que no puedes ignorar

  • Ojos rojos e inflamados pueden indicar infecciones oculares graves.
  • Diarrea con sangre requiere atención veterinaria inmediata.
  • La tos persistente puede ser señal de problemas respiratorios serios.

Los gatos pueden ocultar su enfermedad

Con frecuencia podemos sospechar que nuestro gato no se encuentra bien de salud, y en lugar de llevarlo de inmediato al veterinario, esperamos un par de días para que se le pase la dolencia o aquellos síntomas que nos hacen pensar que se encuentra enfermo. Sin embargo, esta espera puede ser peligrosa.

Existen ciertos síntomas que no podemos ignorar, ya que pueden indicar enfermedades graves que requieren atención médica inmediata. A continuación, te mostramos una guía completa sobre los principales signos de enfermedad en los gatos, cómo identificarlos y cómo actuar.

Principales síntomas que indican que un gato está enfermo

Los gatos son excelentes ocultando los síntomas de sus enfermedades. En la naturaleza, los felinos intentan disimular cualquier señal de debilidad para evitar atraer depredadores. Este comportamiento sigue presente en nuestros gatos domésticos, por lo que es esencial prestar mucha atención a su comportamiento y aspecto físico. Aquí te mostramos los principales síntomas que indican que tu gato puede estar enfermo y necesita atención veterinaria.

Los gatos disimulan bien sus síntomas

  • Ojos rojos y llorosos: Uno de los síntomas más evidentes de enfermedad. Los ojos rojos en gatos suelen indicar infección o problemas oculares como conjuntivitis, infecciones en los párpados o enfermedades más graves, como el glaucoma. Además, si observamos secreciones oculares (mocos), es un claro signo de que algo no marcha bien.
  • Tos: Aunque la tos puede ser una reacción normal para expulsar cuerpos extraños, puede ser síntoma de enfermedades respiratorias como bronquitis o neumonía. Si persiste, es necesario consultar al veterinario.
  • Diarrea con sangre: La presencia de sangre en las heces, especialmente si son de color oscuro o negro, puede ser indicativo de problemas graves como úlceras intestinales o incluso cáncer. Esta situación requiere atención médica inmediata.
  • Vómitos repetidos: Aunque un vómito ocasional puede no significar nada grave, los vómitos recurrentes o repetidos pueden ser un signo de problemas gastrointestinales, insuficiencia renal o intoxicación. Si el vómito ocurre más de una vez al día o está acompañado de letargo, se debe acudir al veterinario.

Además de estos síntomas principales, hay otros signos que debes tener en cuenta:

  • Fiebre: Generalmente, se puede detectar tocando la nariz del gato (si está muy caliente o seca). Si crees que tu gato tiene fiebre, el veterinario puede confirmar el diagnóstico tomando la temperatura.
  • Letargia y apatía: Un gato que duerme más de lo habitual o que parece inactivo puede estar sufriendo una enfermedad. A veces, el cansancio excesivo es causado por fiebre o dolor.
  • Pérdida de apetito: Si bien los gatos tienen días en los que podrían comer menos, una pérdida continua de apetito es una señal clara de que algo no está bien.

Ojos rojos e inflamación

Los ojos de los gatos sanos no son rojos

Los ojos sanos de un gato deben estar brillantes y limpios, sin secreciones ni enrojecimiento. Si observas que tu gato tiene los ojos rojos o inflamados, es posible que esté sufriendo de una infección ocular. En la mayoría de los casos, es causada por infecciones bacterianas, virales o por cuerpos extraños. Sin embargo, puede ser síntoma de enfermedades más graves como el glaucoma, que requiere tratamiento veterinario inmediato.

Algunos de los síntomas más comunes de problemas oculares en gatos incluyen:

  • Enrojecimiento y/o inflamación ocular.
  • Secreciones purulentas o mucosas.
  • Dolor o sensibilidad alrededor de los ojos.
  • Parpadeo excesivo o entrecerrar los ojos.
  • Opacidad de la córnea.

El glaucoma es una enfermedad grave que afecta la presión dentro del ojo y, si no se trata a tiempo, puede llevar a la ceguera. Si observas enrojecimiento persistente, es crucial llevar al gato al veterinario lo antes posible para evitar daños permanentes.

Tos en gatos: ¿Cuándo debemos preocuparnos?

La tos en los gatos generalmente es un mecanismo de defensa que les permite expulsar cuerpos extraños de las vías respiratorias. Sin embargo, cuando la tos es persistente o se acompaña de otros síntomas como fiebre, falta de apetito o letargo, podría estar asociada a problemas graves del sistema respiratorio como la bronquitis, la neumonía o incluso el asma felino.

Es importante observar si la tos está acompañada de:

  • Dificultad para respirar.
  • Sonidos de sibilancia o silbidos al respirar.
  • Cansancio extremo al realizar actividades normales.

Si el gato presenta estos signos junto con la tos, no se debe ignorar. Algunas enfermedades respiratorias pueden empeorar rápidamente y poner en riesgo la vida de tu mascota.

Diarrea con sangre: Una señal alarmante

La diarrea ocasional no siempre es un signo de enfermedad grave. No obstante, cuando la diarrea está acompañada de sangre, este síntoma sugiere un problema grave en el tracto gastrointestinal. Las heces con sangre pueden aparecer de color oscuro o negro, lo que sugiere que la hemorragia proviene del intestino o estómago.

Algunas de las causas comunes de diarrea con sangre en gatos son:

  • Parásitos intestinales.
  • Úlceras estomacales.
  • Enfermedades inflamatorias del intestino.
  • Infecciones bacterianas o virales.

Ante la aparición de estos síntomas, es esencial acudir al veterinario de inmediato. Un diagnóstico preciso mediante análisis de sangre, heces o endoscopia permitirá determinar la causa y establecer un tratamiento adecuado.

Los gatos enfermos duermen mucho

Problemas de alimentación y comportamiento en gatos enfermos

Otro indicador común de enfermedad en los gatos es el cambio en el comportamiento alimenticio y su forma de actuar. Los gatos son animales con rutinas muy marcadas. Si notas que tu gato experimenta cambios significativos en su apetito o muestra comportamientos extraños, puede ser una señal de enfermedad.

  • Pérdida de apetito: Si tu gato deja de comer repentinamente o su apetito disminuye considerablemente, deberías preocupar por una posible afección interna. Las enfermedades como la lipidosis hepática, conocida como hígado graso, pueden ser mortales si el gato pasa muchos días sin comer.
  • Cambios de comportamiento: Un gato que parece más agresivo, irritable o que se esconde más de lo habitual puede estar experimentando dolor o malestar.
  • Dormir más de lo habitual: Aunque los gatos duermen muchas horas, un incremento significativo en el tiempo que pasan durmiendo podría ser una señal de que algo no va bien.

Es crucial observar estos cambios y consultar con un veterinario ante la aparición de estos síntomas.

Vómitos y bolas de pelo

Es común que los gatos vomiten de vez en cuando, especialmente cuando tratan de deshacerse de las bolas de pelo. Sin embargo, el vómito persistente o el vómito que contiene sangre o bilis puede ser síntoma de problemas más graves como enfermedades renales, pancreatitis o ingestión de sustancias tóxicas.

Es conveniente diferenciar entre el vómito esporádico por bolas de pelo y el vómito preocupante:

  • Vómito de bolas de pelo: Generalmente, no es motivo de preocupación. Es un proceso normal en los gatos que se acicalan con frecuencia.
  • Vómito repetido: Si ocurre varias veces al día o con frecuencia, debe ser evaluado por un veterinario.

Siempre es buena idea hacer una recolección de muestras en caso de que el veterinario quiera analizar el contenido del vómito para llegar a un diagnóstico más preciso.

¿Cómo actuar ante estos síntomas?

El gato enfermo descansa con frecuencia

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, lo más importante es actuar con rapidez. No se debe esperar a que el gato mejore por sí solo, ya que esto rara vez sucede sin alguna intervención médica. Los problemas graves pueden agravarse considerablemente en solo unos días.

Tu prioridad debe ser acudir al veterinario para realizar los exámenes necesarios, como análisis de sangre, radiografías o ecografías según los signos que presente el animal. En muchos casos, un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia entre una enfermedad tratable y una afección irreversible.

Detectar a tiempo los síntomas que indican enfermedad en los gatos puede marcar la diferencia entre una rápida recuperación y una enfermedad más grave. Siempre es mejor prevenir o tratar de manera temprana.


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