La esterilización en gatos y gatas es una operación quirúrgica que está ayudando mucho a los animales, ya que al no tener más el celo, no tienen esa necesidad imperiosa de salir a la calle en busca de una pareja. Además, se vuelven más tranquilos y sedentarios, pasando así más tiempo con su familia. Y esto sin contar con que no tenemos que preocuparnos de las camadas indeseadas, muchas de las cuales, por cierto, lamentablemente tienen muy pocas posibilidades de encontrar un hogar.
Pero claro, ¿cómo puedo saber si mi gato ha sido esterilizado si lo acabo de adoptar?
Señales físicas en el gato
Si tu amigo felino es un macho, podrás saber si está esterilizado si haces lo siguiente:
- Con unos guantes de látex puestos, cógelo en brazos de tal manera que tus brazos queden por de bajo su cuerpo, y sus patas traseras queden depositadas sobre tu brazo.
- Ahora, retira el pelaje del área genital, que está justo al ano.
- Revisa sus testículos. Si está esterilizado, sólo palparás el saco testicular; en caso contrario, notarás como si hubiese una »bolita» -el testículo- en su interior. De todas maneras, este no es un remedio 100% fiable, ya que puede que tu gato sea demasiado joven o que sufra de criptorquidia, que es una condición en la que los testículos no descienden.
- Mide la extensión entre el ano y el pene. Ésta, si está esterilizado, debe medir un poco más de 2’5cm si el gato es adulto, o 1’3cm si es joven.
Señales físicas en la gata
Si tu nuevo amigo es una hembra, podrás saber si está esterilizada si haces esto otro:
- Aprovecha un momento que esté tumbada boca arriba para revisar su abdomen. Si la han esterilizado recientemente, tendrá el abdomen rasurado.
- Luego, busca la cicatriz de esterilización. Para ello, retira el pelo de la parte baja de su abdomen, de tal manera que puedas ver la piel. Cuando finalmente puedas hacerlo, busca una cicatriz, la cual será una línea recta y delgada.
- También puedes buscar marcas de tatuajes en su abdomen. Los veterinarios no siempre los hacen, pero no está de más buscarlos.
Una práctica muy común entre profesionales veterinarios después de esterilizar tanto a gatos como a gatas, es el corte de oreja. Este corte se hace en la punta de la misma, y de aproximadamente 6 milímetros. Se realiza cuando el animal todavía está bajo los efectos de la anestesia, por lo que no siente dolor. Además, sana rápidamente.
Si aún así te quedan dudas, llévalo al veterinario para que te lo confirme.
Enhorabuena por el nuevo miembro de la familia 🙂 .