Es muy raro que nuestro gato se llegue a quemar, si bien sabemos que es muy curioso es extraño que se exponga al peligro de una quemadura. En el caso de que suceda su grueso pelaje lo protegerá si se quema con agua hirviendo, aceite caliente o fuego en la cocina.
En el caso de que se queme deberás consultar inmediatamente con su veterinario.
Te daremos algunos consejos para los primeros momentos después de que se haya quemado:
Colócale hielo usando una bolsa o un trato empapado en agua fría. Nunca le apliques mantequilla ni cremas para la piel.
Coloca el hielo sobre la quemadura.
Podrás aplicarle vaselina sobre su herida. Intenta cortar el pelo que rodea la zona herida, si es que tu gato te lo permite.
En el caso de que el gato se haya quemado con productos químicos lo fundamental es lavar inmediatamente su herida. Las soluciones diluidas de bicarbonato sodico o de vinagre tienen la capacidad de neutralizar los efectos de ácidos.
Si las quemaduras son causadas por un shock eléctrico, que puede generarse si el gato muerde un cable, podrá tener quemaduras en la lengua o en su boca, en estos casos es fundamental que lo revise su veterinario para evitar trastornos posteriores.
Ten presente que una fuerte descarga puede resultar mortal para tu gato.
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El hielo sobre la quemadura tiende a ser perjudicial, porque éste también produce quemadura debido al efecto de frío extremo.