Si bien los gatos pueden «llorar» cuando se sienten solos o desatendidos, a menudo las lágrimas que observamos en sus ojos son un síntoma de algo más serio. No siempre es grave, pero es necesario evaluar el color y el estado de sus ojos para determinar cómo actuar.
Si tu amigo felino se ha levantado con los ojos llenos de lágrimas, te explicaremos qué hacer si mi gato llora, abordando posibles causas y soluciones con un enfoque integral.
Alergia
Los gatos, al igual que los humanos, pueden desarrollar alergias a una variedad de elementos como polvo, polen, ácaros y productos químicos. Uno de los primeros síntomas de alergia en gatos es el lagrimeo excesivo, aunque también podrían desarrollarse estornudos y enrojecimiento ocular.
Para identificar si se trata de una alergia, es crucial observar patrones específicos. Por ejemplo, si los síntomas únicamente se presentan tras la exposición a un área específica, como un jardín, es más probable que el responsable sea el polen. Si la alergia no es evidente, lo mejor será llevar al gato al veterinario para realizar pruebas específicas que confirmen el diagnóstico.
El tratamiento puede incluir antihistamínicos para aliviar los síntomas y, en algunos casos, cambios en el entorno, como mantener el hogar libre de polvo o sustituir productos químicos irritantes.
Resfriado
Los gatos también pueden «llorar» como consecuencia de un resfriado, especialmente en épocas de cambios de clima. Estos episodios suelen ir acompañados de otros síntomas como estornudos, congestión nasal y letargo.
Mientras un leve resfriado no es motivo de alarma, la presencia de lágrimas verdosas o marrones junto con legañas sugiere una infección bacteriana o viral que debe ser evaluada por un veterinario. En estos casos, podrían necesitarse antibióticos o tratamientos antivirales para evitar complicaciones.
Además, ayudar a tu gato a mantenerse caliente y bien hidratado puede aliviar los síntomas del resfriado de forma natural. También es recomendable mantener un ambiente libre de corrientes de aire y ventilación adecuada.
Conducto lagrimal bloqueado
El conducto lagrimal es un pequeño tubo que canaliza las lágrimas desde el ojo hasta la nariz. Sin embargo, si este conducto está obstruido debido a infecciones previas, traumatismos o características físicas, como una cara extremadamente achatada (en razas como los persas), las lágrimas se acumulan y fluyen hacia la cara del gato.
Este problema no solo genera un aspecto incómodo en el pelaje, sino que también puede causar infecciones en la piel al mezclarse con la humedad. Si notas que tu gato tiene continuamente el área ocular húmeda o irritada, consulta al veterinario. El tratamiento puede incluir la administración de antibióticos o incluso cirugía en casos graves, como cuando se presentan pestañas que crecen hacia adentro.
Otras causas comunes
Además de las razones mencionadas, un gato puede «llorar» debido a:
- Estrés o ansiedad: Cambios en su entorno o rutinas pueden afectar emocionalmente al gato.
- Dolor físico: Lesiones o enfermedades pueden manifestarse con lagrimeo y vocalización anormal.
- Conjuntivitis: Una inflamación ocular común en gatos que suele ser causada por infecciones o alergias.
¿Cómo limpiar los ojos de tu gato?
Mantener los ojos de tu gato limpios y saludables es fundamental para evitar complicaciones mayores. Para limpiar los ojos de tu gato correctamente:
- Usa una gasa estéril humedecida con suero fisiológico.
- Limpia suavemente desde el lagrimal hacia afuera, evitando presionar demasiado.
- Utiliza una gasa limpia para cada ojo para evitar contaminar uno con el otro.
Si las lágrimas persisten o reaparecen con frecuencia, consulta a un veterinario para descartar problemas subyacentes.
Prevención
La prevención es clave para minimizar las causas del lagrimeo en gatos:
- Mantén limpio el espacio donde vive tu gato y utiliza productos de limpieza no irritantes.
- Evita el contacto del gato con sustancias alérgicas o irritantes.
- Realiza revisiones veterinarias regulares para detectar problemas de salud en etapas tempranas.
- Si tu gato pertenece a una raza propensa al lagrimeo excesivo, como los persas, consulta al veterinario sobre cuidados específicos.
Los ojos de los gatos son extremadamente sensibles y su mantenimiento adecuado es esencial para su bienestar. Ante cualquier señal de alarma, como lágrimas persistentes, cambios en el color de estas o un comportamiento inusual, no dudes en acudir al veterinario. La atención temprana puede prevenir problemas mayores y garantizar una vida feliz y saludable para tu compañero felino.