¿Tu gato corre por la noche? ¿Te preocupa que no duerma? Si es así, no debes preocuparte. Los gatos son animales nocturnos que pasan hasta un 75% del día durmiendo, lo cual supone unas doce horas planchando la oreja mientras los humanos trabajan. No debemos olvidar que fueron diseñados para ser depredadores, y que cazan (o cazaban) en cuanto se pone el sol.
Pero afortunadamente se puede cambiar eso. ¿Cómo? Sigue leyendo y lo descubrirás.
No podemos cambiar sus genes, pero sí que podemos cambiar la rutina de nuestro peludo. Podemos hacer que se mantenga activo de día, y que duerma por la noche. Antes de explicar cómo lo haremos, es importante decir que cada gato tiene su propio ritmo, y que a algunos puede que les cueste más que a otros. Pero con constancia y paciencia conseguiremos que nuestro amigo sea más diurno.
Dicho esto, cada día iremos jugando más con él. No tenemos que agobiarle ni cansarle en exceso. Enseguida que veamos cualquier muestra de estrés, aburrimiento o cansancio lo dejaremos. Es mucho mejor unas 3 sesiones de juego breves (de unos 5 a 10 minutos) durante el día, y que sean divertidas, a que sea sólo una única sesión larga.
Bueno, a nuestra colega Grumpty puede que no le guste mucho la idea de jugar durante el día, y es muy probable que tu gato opine lo mismo. Es por ello que tenemos que conseguir que el momento de jugar sea agradable, entretenido. Tiene que haber chuches para gatos, caricias,… tenemos que animarlo. Por supuesto y como decíamos antes, sin atosigarlo. No es cuestión de no dejarle dormir nada durante el día, sino de que el gato se encuentre cansado por la noche.
Las siestas son muy beneficiosas tanto para la salud física como la psíquica de nuestro peludo, pero tras cada siesta… ¡a jugar! Verás como poco a poco se mantiene más activo durante el día.