Uno de los dolores más intensos que puede tener un felino es el abdominal, pero claro, este peludo no puede expresar con palabras cómo se siente, e incluso aunque pudiera lo más probable es que no lo hiciera, ya que en su hábitat natural mostrar debilidad es un serio problema.
Si bien ahora vive en la seguridad de un hogar, el instinto de supervivencia de los felinos permanece intacto bajo su piel. Por ello, a veces es muy difícil saber qué hacer si mi gato tiene dolor abdominal pues a menudo empezará a mostrar síntomas cuando ya no pueda soportarlo más.
¿Cómo saber si tiene dolor abdominal?
Sabiendo esto, lo primero que tenemos que averiguar es si realmente está enfermo o no. Para ello, tenemos que fijarnos en su comportamiento. Si se muestra apático o triste, si está perdiendo el apetito y peso, o si tiene diarrea o vómitos, lo más probable es que tenga dolor abdominal. Cualquier pequeño cambio en su rutina debe de hacernos sospechar, aunque nos parezca un detalle sin importancia.
Por ejemplo, si cada día a una determinada hora, pongamos a las diez de la mañana, entra en la cocina y come pero un día no lo hace, tendremos un motivo para preocuparnos, ¿por qué? Porque el gato es un animal de costumbres. Cada día sigue exactamente la misma rutina, a menos que se encuentre enfermo.
Te contaré algo: una de mis gatas, Susty, cada noche a la misma hora llegaba a casa, se dirigía al dormitorio y comía. Un día, en vez de irse hacia el comedero, se tumbó en el suelo. Me acerqué y noté que respiraba un poco más rápido de lo normal. La llevé al veterinario, y efectivamente, estaba enferma. Diez días estuvo con diarrea. Lo pasé bastante mal, porque es que allí donde se sentaba, manchaba. Finalmente lo superó y no ha vuelto a tener nada tan grave.
Por ello, insisto, observa el comportamiento de tu gato y estate muy atento/a a cualquier cambio que pueda haber, porque es la única manera de saber a ciencia cierta si está enfermo o no.
¿Qué hacer para ayudarle?
Si muestra cualquier síntoma, es importante llevarlo al veterinario para que lo trate, pues hay diversas causas que provoquen dolor abdominal en gato, como cólicos, parásitos intestinales, bolas de pelo, comida en mal estado o ingestión de una sustancia tóxica. Dependiendo de qué es lo que haya causado el problema, necesitará un tratamiento u otro.
Por ejemplo:
- Si tiene cólicos, el profesional le administrará antiespasmódicos.
- Si lo que tiene son parásitos intestinales, se le podrá poner una pipeta antiparasitaria.
- Si tiene bolas de pelo, se le puede untar la pata con malta una vez al día para que las expulse.
- Si ha comido algo que no estaba demasiado bueno, tendrá que seguir una dieta blanda (arroz con pollo sin hueso) unos 3-5 días.
- Si ha ingerido veneno, podrá ser necesario darle 1 gramo de carbón activado por cada medio kilo de peso.
Siempre que sospeches que a tu amigo le ocurre algo, no dudes en llevarlo al veterinario.