Cuando vamos a adoptar a un animal antes de llevárnoslo a casa nos harán firmar un contrato de adopción. Este documento tiene validez legal y será muy útil, tanto al adoptante como al refugio de animales que hasta ahora estaba cuidando del peludo. Pero, ¿qué es exactamente?
Si tienes dudas sobre este tema y no quieres llevarte sorpresas, a continuación trataré de resolvértelas todas 🙂 .
El contrato de adopción es un documental legal y vinculante que tanto la protectora como el adoptante firmar en el momento en el que el animal es adoptado. En él se expresan los acuerdos a los que se ha llegado, como por ejemplo:
- Tasas de adopción que el adoptante debe de pagar
- Estado de salud del animal
- Compromisos del adoptante, como entregar el animal si no puede hacerse cargo, avisar si se cambia de domicilio y cuidar bien de él
Se trata pues de un documento muy importante, ya que lo que se espera es que el animal vaya a parar a buenas manos y no a unas que no lo son. De esta manera, se evita que termine siendo abandonado o usado para otros fines no permitidos, como lo puede ser la cría.
De todas maneras, para que sea realmente válido deben de constar todos los datos de la protectora (CIF; domicilio social, número de registro de asociación), el DNI del adoptante así como su domicilio, y además ambas partes deben de firmarlo. Asimismo, se recomienda que junto con el contrato se entregue un informe veterinario o cartilla de vacunación que certifique el estado de salud del animal.
Con todo, podremos llevarnos a casa a nuestro nuevo amigo y cuidarlo como se merece. Eso sí, tenemos que saber que si lo maltratamos, lo desatendemos o no lo castramos en el plazo previsto, la protectora tiene el derecho legal de recuperar al animal.
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