Ay, el gato. El peludo de cuatro patas que ha sido considerado por demasiado tiempo como un ser independiente, solitario, al que no le gusta estar con nadie más que consigo mismo. Qué equivocados hemos estado. Todos los que convivimos con uno (o con varios) sabemos lo cariñoso que puede llegar a ser, y disfrutamos con esas miradas tan tiernas y con sus ronroneos.
Pero, ¿por qué tener un gato? Bueno, hay tantos motivos que sería imposible nombrarlos todos en un sólo artículo, por lo que nos vamos a quedar con los que creemos que son los principales.
Puede llegar a ser muy cariñoso
En serio, el que diga lo contrario, miente. El gato en cierto sentido no se diferencia tanto de las personas: él, al igual que nosotros, dará cariño y afecto si es eso lo que recibe. Y dará el doble.
Es muy limpio
A veces demasiado. Parece tener obsesión por la higiene personal, y lo demuestra aseándose después de comer, después de dormir, después de jugar, después de… hacer cualquier cosa. Por este motivo, no necesita que lo bañen, a menos que esté enfermo y no tenga ganas de hacerlo él.
Acepta a los nuevos miembros de la familia
El peor error que podemos cometer cuando va a incorporarse un nuevo miembro de la familia es mantener al gato alejado de él. Lo mejor por ser natural para el animal es conocer a su nuevo compañero ya el primer día, así se harán amigos mucho antes de lo que podríamos llegar a pensar.
Nos relaja
Ver su carita dormir tan tranquilo es una de las experiencias más bonitas que podemos disfrutar cuando convivimos con un felino. Tan inocente, tan dulce, tan tierno, tan… (suspiro). Apetece acariciarlo y darle unos cuantos besos, pero teniendo cuidado de que no se despierte.
Entonces, ¿por qué tener un gato? Porque es único 🙂 .
Monica tu lo has dicho SON UNICOS….yo puedo pasar todo el dis viendo a mis seis peludos durmiendo…por sus caritas y las posiciones q adoptan….pero lo maximo es cuando se bañan la cara, las manitas y las orejas….ese momento no tiene comparacion.
Sí… Ese momento es muy especial. Un saludo, Martha 🙂