Es un hecho: el gato que tenemos en casa se restriega en todo. En las piernas, en los muebles, en los objetos nuevos (sobretodo en ellos), en las visitas, en definitiva, en todo lo que se halle en sus dominios. Pero, ¿por qué se comporta así?
Si te estás preguntando por qué mi gato se restriega en todo, en Noti Gatos vamos a darte una respuesta que puede cambiar la forma con la que miras a tu amigo.
Una cuestión de feromonas…
El gato es un animal muy territorial. Mucho no, muchísimo. Todos los días lo que hace es restregarse por todo para hacerles saber al resto de la familia y a los posibles nuevos inquilinos que es él el »dueño» del hogar. Al hacerlo, lo que está haciendo en realidad es dejar sus feromonas, que son sustancias que se encuentran en la orina, heces, almohadillas, y en su cara, más concretamente en los pómulos y el mentón.
Estas sustancias actúan como »portadores de mensajes», y son percibidas por el Órgano de Jacobson que se encuentra en la boca del animal (de ahí que a veces haga una mueca rara cuando hemos traído un nuevo peludo a casa, por ejemplo). Una vez captadas, el mensaje es enviado a la amígdala y al hipotálamo, dos estructuras que se relacionan con las reacciones emocionales.
…y de afecto
El felino es un animal que tiene sentimientos. Aunque es cierto que le gusta tener su territorio controlado, no lo es menos que sabe bien en quien puede confiar y en quien no. Nosotros, como sus cuidadores, tenemos la responsabilidad de estas en el primer grupo, ya que fuimos nosotros quienes decidimos tenerlo. Por ello, es muy importante dedicarle tiempo, todos los días. Acariciarle, darle mimos, abrazos, hablarle en tonos suaves, y hacerle compañía.
Si lo hacemos, sin agobiarle, lo que vamos a conseguir es que nos quiera y nos lo demuestre restregándose contra nuestra pierna, cabeza y/o brazos en señal de amistad, respeto y confianza.
Muy utíl todas la publicaciones que aparecen soy nueva en el mundo de los gatos, siempre tuve perritos y ahora estoy adorando los gatitos tambien, muchas gracias.
Me alegro de que te sea de utilidad, Marta 🙂