El gato es un peludito que se caracteriza por ser muy limpio, tanto, que ya desde joven si no encuentra un sitio donde hacer sus necesidades lo más probable es que maúlle para que lo lleves hasta el arenero. Sin embargo, a veces ocurre que su baño no está tan bien como debería de estar, o que el propio felino tiene un problema de salud que le dificulta orinar y/o defecar de forma normal.
Cuando eso pasa, es cuando nos preguntamos por qué mi gato no hace sus necesidades y qué tenemos que hacer para que mejore lo antes posible. Averigüemoslo.
¿Por qué mi gato no hace sus necesidades?
Arenero
- Está sucio: la bandeja higiénica es el baño del gato. Nosotros, como sus cuidadores, tenemos que encargarnos de retirar las deposiciones cada día, y de limpiar la bandeja a consciencia una vez por semana, de lo contrario, va a preferir hacer sus necesidades en cualquier otro sitio.
- Está en un mal lugar: si se la ponemos cerca de la comida y/o en una habitación donde la familia hace mucha vida, tampoco va a querer usarla ya que no se va a sentir a gusto ni tranquilo.
- Es demasiado pequeño: a menudo solemos comprar una bandeja al gatito pensando que, aunque crezca, seguirá usándola igual, pero lo cierto es que el gato adulto necesita un arenero de adulto, es decir, uno que sea lo suficientemente grande como para que pueda moverse sin dificultad.
- Acoso: puede haber otros miembros de la familia (gatos, perros o personas) que no dejan al animal tranquilo. Cada uno de nosotros necesitamos nuestro espacio personal, incluyendo nuestro gato. Hay que dejar que viva relajado y feliz, sino va a hacer sus necesidades donde pueda.
- Tiene miedo: si ha tenido una mala experiencia con el arenero o cerca de él, no va a utilizarlo. Lo que podemos hacer en estos casos es cambiar de bandeja, es decir, comprar una nueva, y pulverizar con Feliway o, si no podemos conseguir, con spray de Catnip. De esta manera, se sentirá atraído por su nuevo baño particular. Además, es importante que le ayudemos dándole golosinas para gatos cerca del arenero para que lo asocie con algo positivo (las golosinas).
Salud
- Infecciones de orina: si tiene una infección urinaria va a tener muchos problemas para orinar. Su orina puede contener incluso sangre. De ocurrir, el gato se puede quedar sentado o tumbado en la bandeja, puede hacer sus necesidades -sobretodo orinar- en otras partes de la casa, y también puede lamerse mucho la parte inferior del abdomen y su zona ano-genital. En el caso de que sospechemos que tiene una, hay que cambiarle la dieta, darle una comida que no tenga cereales y llevarlo al veterinario.
- Bolas de pelo: sobretodo si tiene el pelo semilargo o largo, de tanto acicalarse puede tragarse mucho pelo, demasiado para que pueda ser expulsado de forma natural. Si vemos que además de no hacer sus necesidades tiene arcadas y/o vómitos, le podemos poner un poco de malta en su pata una vez al día para pueda volver a defecar de forma normal, o una cucharada sopera de vinagre.
- Estreñimiento: este problema suele estar causado por una mala alimentación. Si le damos, por ejemplo, un pienso que tiene cereales, el riesgo de que tenga estreñimiento o cualquier otro problema de salud es muy alto. Para que mejore, podemos darle el mismo tratamiento que para el de bolas de pelo.
- Obstrucción intestinal por cuerpo extraño: aunque es raro que pase, un gato puede ingerir un objeto que se le haya quedado obstruido en el intestino. Los síntomas más comunes son los vómitos, el estreñimiento y la anorexia. Necesita ayuda veterinaria urgente para poder volver a su rutina diaria.
¿Qué hacer?
Como vemos, son varios los motivos por los cuales un gato puede dejar de hacer sus necesidades. Por ello, además de los consejos que hemos dado hasta ahora, recomendamos prestar siempre mucha atención al felino para poder detectar cualquier nuevo y pequeño detalle que pueda aparecer en su rutina.
Así podremos ayudarle a recuperarse rápidamente.