La hora de comer debe de ser un momento tranquilo para todos, tengan dos o cuatro patas. Pero a veces nos encontramos con un gato que parece que tiene prisa por acabarse su comida y ponerse a hacer otras cosas. ¿Qué se puede hacer en estos casos?
Cuando mi gato come con ansia sé que ha llegado el momento de preocuparse. No es normal que coma tanto y tan rápido. Para ayudarle, es importante saber primero por qué lo hace.
¿Por qué mi gato come con ansia?
A continuación vamos a ver los motivos para que puedas entender otros motivos por lo que tu gato puede estar teniendo esta obsesión por la comida y por eso come con tanta ansia.
Ha sido un gatito huérfano
El gato que no ha sido alimentado por la madre, independientemente del motivo, suele crecer dando la impresión de que siempre tiene hambre. Esto es debido a que mientras lo criamos a biberón lo sobreprotejemos tanto que no queremos que pase hambre ni un sólo minuto, lo cual es lógico. Así, el pequeño crece sabiendo que siempre va a tener comida a su disposición y que nadie le va a decir nada por comer, de modo que aprovecha.
Sin embargo, la madre sí que deja a los gatitos pasar un poco de hambre. Tiene que hacerlo si quiere que aprendan a buscar su comida ellos solos ya que ella no va a estar a su lado permanentemente.
Está sufriendo acoso
Si en el hogar hay otro ser vivo (gato, perro o persona) que no lo deja tranquilo, es decir, que lo persigue o lo vigila todo el rato, que lo quiere tener siempre en brazos y, en definitiva, no deja que lleve una vida calmada propia de un gato, éste puede sentir que tiene muy poco tiempo para comer. Cuando finalmente encuentra un momento, come con rapidez porque sabe que más tarde o más temprano volverá a ser acosado.
Es nervioso por naturaleza
Los gatos nerviosos tienden a ingerir su comida con más rapidez que el resto, no porque estén llevando una mala vida sino simplemente porque son así. Hay que ser pacientes y tratar de buscar una solución para evitar que se atragante.
Pasa hambre
Es posible que tu gato se haya obsesionado con la comida porque no está siendo alimentado lo suficiente, porque pasa hambre y cuando le pones de comer le falta casi el aliento para acabárselo todo.
Puede ser porque tiene mucha hambre o porque si tienes más gatos, otras veces se haya quedado con hambre cuando otros gatos han comido de su comedero. Por eso es importante que si tienes más de un gato en casa, cada uno tenga su propio comedero y bebedero.
Posiblemente después, todos coman donde comen los demás, pero habrá suficiente cantidad para que todos coman su parte proporcional y no se queden con hambre.
Normalmente, los gatos pueden comer a demanda sin problemas porque ellos mismos se racionan la comida y paran cuando ya están satisfechos. Pero si tienes un gato que es demasiado glotón, entonces tendrás que racionarle las dosis de comida.
Si esto te ocurre, debes saber que los gatos pueden comer una o dos veces al día y será suficiente para ellos si la cantidad es suficiente.
Alimento de baja calidad
Quizá pienses que el pienso que le estás dando a tus gatos es de buena calidad, pero en realidad le faltan nutrientes y las vitaminas esenciales para que tenga una buena salud o para que al menos, se sienta satisfecho de haber comido.
Si esto es así, si el pienso que estás ofreciendo a tu gato es de baja calidad, es normal que busque o pida más alimento. ¡No lo estás alimentando bien y necesita nutrientes! Habla con tu veterinario para que te aconseje un pienso que realmente le haga sentirse satisfecho y que al mismo tiempo, cuide de su salud tanto de forma interna como externa.
Los gatos necesitan proteínas y alimento que sea de buena calidad. No importa si es joven o más mayor, el alimento debe ser el adecuado para sus necesidades físicas, mentales y emocionales.
Aburrimiento y problemas emocionales
También puede ocurrir que tu gato quiera comer porque se aburre, o que tenga un problema emocional que se conoce como “conducta alimentaria anormal psicogénica”. Esto significa que tu gato es adicto a la comida, con todas las consecuencias que eso puede conllevar en su salud.
Si esto te ocurre tendrás que entrenarle para que modifique su comportamiento, si es necesario tendrás que hablar con un experto de comportamiento felino para reconducir esta conducta. Pero esto solo ocurrirá si tiene síntomas como por ejemplo:
- Después de comer quiere comer la comida de otros animales e incluso la tuya
- Salta a la mesa para comer lo que hay en ella
- Parece desesperado cuando le estás colocando la comida en su comedero
- Busca atención constante de sus dueños
- Come objetos o los mastica aunque no sean comida
Estos síntomas son muy importantes tenerlos en cuenta porque de esta manera podrás saber si realmente es lo que le ocurre para ponerle remedio cuanto antes.
Otras causas
Aunque lo que hemos visto hasta ahora son los principales motivos por los cuales un gato puede comer con ansiedad, hay otros que no tenemos que descartar:
- Le encanta su comida: disfruta tanto con ella que no puede evitar ingerirla con la rapidez con la que lo hace.
- Está enfermo: hay algunas enfermedades, como el hipotiroidismo, padecer desajustes en la tiroides o tener diabetes que entre su sintomatología se encuentra el aumento de apetito. Pero no debes asustarte la mayoría de estas dolencias son tratables.
¿Qué hacer para ayudarle?
Una vez descubierta la causa es momento de actuar. Una de las cosas que mejor suelen funcionar es comprando un comedero especial para animales ansiosos, como este:
Así el pequeño tendrá que esforzarse un poco en conseguir su comida, lo que le obligará a comer más despacio. Pero además, es muy importante que se le proporcione un sitio seguro y tranquilo donde pueda alimentarse sin que se tenga que preocupar por nada, como tu dormitorio por ejemplo.
Hay que tener en cuenta también que si está siendo acosado debemos de establecer ciertos límites para que todos en el hogar convivan felices. Tenemos que respetar a cada uno de los miembros, ya que de lo contrario van a surgir problemas. Si tienes dudas sobre cómo entender a tu gato, en este artículo te damos las claves para que vuestra relación sea provechosa para ambos.
Si nada de eso sirve para ayudar a tu gato, entonces habla con el veterinario o con un experto en caso de que la cosa no mejore. Mientras tanto puedes tener en cuenta estos consejos:
- Préstale atención y pasa tiempo de calidad con tu gato
- Dale comida de buena calidad
- Dale comida húmeda un par de veces por semana además de su pienso seco
- Ponle más agua para que beba y no se deshidrate y se sienta saciado por más tiempo
- Mantén unas rutinas de alimentación diarias (por ejemplo dos veces al día), o dale más veces durante el día, pero en cantidades más pequeñas
- Si te suplica comida no le hagas caso
- Intenta adaptar tus horarios de comida a los suyos para evitar conflictos de tentación
- No le des comida extra porque te dé pena
Con estos consejos tu gato estará mejor, seguro.
Todo la información ofrecida en este sitio es de mucha utilidad: breve, precisa y con un lenguaje amigable. Gracias!
Gracias por tus palabras, Marcelo 🙂 .