Quien convive con felinos seguramente ha notado esa característica curiosa y tan típica: una porción de piel que cuelga justo debajo de la barriga de su gato. Muchos se alarman pensando que se trata de obesidad o incluso de flacidez causada por pérdida de peso, pero lo cierto es que esta zona es totalmente normal y forma parte de la anatomía natural de los gatos.
Expertos en veterinaria, como Pancho Cavero, han aclarado que esa piel suelta responde a un rasgo biológico heredado de sus antepasados silvestres y recibe el nombre de bolsa primordial. Además de ser muy llamativa, cumple varias funciones importantes que ayudan al bienestar y supervivencia del animal.
Este rasgo, que forma parte de la herencia evolutiva de los felinos, ofrece ventajas que contribuyen a su protección y movilidad.
¿Qué es exactamente la bolsa primordial?
La conocida panza colgante de los gatos es en realidad la bolsa primordial, una franja de piel flexible situada en la parte baja del abdomen. Suele hacerse más visible cuando el gato camina o salta y, a diferencia de lo que muchos piensan, no tiene relación directa con el sobrepeso.
Esta estructura se aprecia tanto en gatos domésticos como en felinos salvajes, y es más evidente en algunos adultos y en razas específicas. Según los veterinarios, la bolsa primordial puede variar tamaño e incluso ser más prominente en gatos castrados o mayores, pero su presencia está considerada completamente normal y saludable.
Funciones de la panza colgante en los gatos
Esta característica, lejos de ser un defecto, ofrece ventajas evolutivas importantes para los felinos:
- Protección de los órganos internos: Actúa como un escudo natural ante golpes, mordiscos o zarpazos durante peleas o juegos accidentados.
- Ayuda a la movilidad: Permite una mayor flexibilidad en el movimiento, facilitando estiramientos amplios cuando corren o saltan.
- Reserva de energía: Puede almacenar una pequeña cantidad de grasa, que le sirve al gato en momentos de mayor gasto energético o escasez de alimento.
En definitiva, todo esto convierte a la bolsa primordial en un rasgo valioso para la supervivencia de los gatos, y por eso se ha mantenido generación tras generación.
¿Cuándo hay que preocuparse por la panza de los gatos?
En la mayoría de los casos, una panza colgante blanda y sin molestias no debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, es importante que los responsables de mascotas estén atentos a algunos signos que podrían indicar problemas de salud:
- Inflamación visible o aspecto endurecido repentino en la zona.
- Lamerse de forma insistente el bajo vientre o mostrar dolor al tocar esa área.
- Cambio rápido de tamaño o forma de la bolsa primordial.
Si se observa alguno de estos síntomas, es fundamental consultar al veterinario para descartar infecciones, hernias o acumulación de líquidos, que sí requieren atención médica.