¿Por qué los gatos no deben comer pescado crudo regularmente?

Hay muchos mitos en torno a la alimentación de los gatos, como aquel que dice que la comida casera o la cruda es tóxica para ellos, o que lo único que pueden comer es pienso de calidad. Bueno, yo prefiero mostrarme escéptica, y te diré por qué: en la naturaleza no hay nadie que prepare croquetas (pienso), por lo que los animales carnívoros deben cazar sus presas si quieren sobrevivir.

Aún así, es totalmente normal que la gente se pregunte por qué los gatos no deben comer pescado de forma habitual.

Todos los extremos son perjudiciales para la salud

Tanto el exceso como la falta de pescado puede resultar dañina para la salud del animal, en este caso del gato. Si se alimentara únicamente de pescado crudo, acabaría teniendo niveles muy bajos de vitamina B1, ya que los peces contienen tiaminasa, una enzima que destruye esta vitamina. La deficiencia de vitamina B1 puede derivar en problemas neurológicos graves como convulsiones o crisis severas que podrían ser fatales.

Además, muchos peces contienen trazas de mercurio y bacterias, por lo que se recomienda cocinarlos antes de ofrecerlos a tu mascota. Otra opción segura es darle latas de calidad específicas para gatos que contengan pescado, ya que están preparadas de forma que no sean perjudiciales.

El pescado crudo sí puede ser tóxico

El pescado crudo no solo contiene tiaminasa, sino que además puede albergar bacterias y parásitos que afectan a la salud del gato. Algunos síntomas comunes tras consumir pescado crudo contaminado son:

• Vómitos y diarrea.
• Fiebre.
• Desarrollo de la enfermedad de la grasa amarilla (pansteatitis), una inflamación del tejido adiposo.

Si quieres consentir a tu gato, puedes ofrecerle pescado ocasionalmente, pero siempre cocinado y nunca crudo. Algunas personas incluso optan por dárselo en su cumpleaños o en alguna ocasión especial para hacer feliz a su peludo amigo.

Beneficios del pescado para los gatos

El pescado, en cantidades moderadas, puede ser una excelente fuente de ácidos grasos esenciales como el Omega 3 y Omega 6, que favorecen la salud del sistema cardiovascular, la piel y el pelaje del gato. Además, contiene proteínas de alta calidad que son necesarias para su desarrollo muscular.

Algunos pescados recomendados para los gatos incluyen:

• Salmón: Rico en ácidos grasos y vitaminas A, B y D.
• Sardinas: Fuente de Omega 3, ideales para mantener articulaciones fuertes y un pelo brillante.
• Trucha y atún: Aportan proteínas y minerales importantes.

Sin embargo, asegúrate de retirar siempre las espinas antes de ofrecerle pescado a tu gato para evitar riesgos de asfixia.

¿Qué pescados evitar y cómo ofrecerlos?

Como hemos mencionado, no todos los pescados son iguales ni todos son seguros para los gatos. Deberías evitar:

• Pescados en conserva con sal, aceites o salsas añadidas, ya que contienen altos niveles de sodio y aditivos perjudiciales.
• Pescados ahumados, marinados o deshidratados, que suelen ser demasiado salados.
• Hígados o vísceras de pescado, debido a su efecto destructor de vitamina B1.

El mejor método de preparación es cocinar el pescado al vapor o hervirlo, evitando usar condimentos ni sal. Si prefieres ofrecerle pescado crudo, sigue el método BARF con congelación previa de al menos una semana para eliminar parásitos.

¿Por qué les gusta tanto el pescado?

Aunque los gatos son animales carnívoros que se alimentan principalmente de aves y roedores en la naturaleza, no es raro que sientan una fuerte atracción por el pescado. Esto puede deberse al olor intenso que desprenden los aceites naturales del pescado, estimulando sus sentidos.

Tampoco es un alimento habitual en su dieta natural, pero a lo largo de la historia, el ser humano ha introducido el pescado en su alimentación, especialmente en zonas costeras. Hoy en día, es normal ver piensos y comida húmeda con base de pescado, diseñados para satisfacer sus necesidades nutricionales.

El pescado no es intrínsecamente tóxico para los gatos si se ofrece de manera adecuada y ocasional. Cocinarlo correctamente o usar productos diseñados para ellos puede convertirlo en un complemento nutricional ideal. Así que sí, puedes hacer feliz a tu gato con un poco de pescado, pero siempre bajo las reglas de seguridad.