Por qué los gatitos muerden tanto: causas, señales y soluciones prácticas

  • El gatito muerde por instinto de caza, dentición, exploración, comunicación y sobreestimulación.
  • Identifica señales previas (cola, orejas, pupilas) y detén el juego antes de la mordida.
  • Nunca uses manos para jugar: redirige a juguetes, ignora tras el mordisco y refuerza lo calmado.
  • En adultos, descarta dolor con el veterinario y enriquece el entorno para reducir estrés.

Gatito con su peluche

Los gatitos son animales adorables. Tienen una mirada tan tierna y dulce que cualquiera podría tener muchas ganas de acariciarles y de jugar con ellos. Sin embargo, muerden, y lo hacen a diario. ¿Por qué? Descubrámoslo.

Sepamos por qué los gatitos muerden tanto y qué podemos hacer para que no nos muerdan.

¿Por qué muerden?

Los gatitos, aunque no lo parezca ahora que son jóvenes, son animales cazadores, es decir, que se alimentan de la carne de sus presas. Para atraparlas necesitan sus dientes y mucha práctica. Y es eso lo que hacen desde que tienen dos meses: practicar. Nunca se sabe cuándo podrían necesitar cazar algo, ya sea una pelota o un peluche.

Pero no, la caza no es el único motivo, sino que también lo hacen porque sienten dolor o molestias a medida que le van saliendo los dientes definitivos lo cual empieza a ocurrir más o menos a los tres meses de edad.

A lo anterior se suman otras causas habituales: la exploración del entorno (con la boca descubren texturas y límites), la comunicación (un mordisco puede ser una señal de “basta”), la sobreestimulación durante las caricias, el miedo o el estrés ante cambios y ruidos, y la falta de socialización temprana con madre y hermanos, que dificulta aprender a regular la fuerza de la mordida.

Gatitos muerden por juego y aprendizaje

Diferencia entre mordidas de juego y agresivas

La mordida suave durante el juego o las caricias suele ser social y amistosa. No va acompañada de bufidos ni erizamiento y, por lo general, el gato se relaja al detener la interacción.

Una mordida fuerte indica frustración, miedo o dolor. Antes de llegar a ella, muchos gatos muestran señales de advertencia: cola agitada, orejas hacia atrás, pupilas dilatadas, piel del lomo ondulante o intentos de alejarse. Respetar estas alertas evita escaladas.

¿Qué hacer para que no nos muerdan?

El primer consejo que te voy a dar es el siguiente: nunca utilices tus manos ni pies para jugar con los gatitos, nunca. Puede que ahora no hagan daño, pero si se acostumbran a morderte lo seguirán haciendo una vez adultos, y entonces sí que te causarán dolor. Además, también es necesario evitar hacer movimiento bruscos pues con ellos lo único que se consigue es que los animales tengan más ganas de morderte.

Por estos motivos, es muy importante tener siempre un juguete entre la mano y los animales. En las tiendas de animales encontrarás infinidad de juguetes para gatos: plumas, cañas, peluches, pelotas… Pero si en casa tienes por ejemplo papel de aluminio, puedes hacer una bola con un trozo y jugar con tus gatitos.

Para cortar mordidas en el juego, funciona detener la interacción de inmediato, darle la espalda o abandonar la habitación unos segundos. También ayuda emitir un quejido breve (un “ay” suave) para marcar el límite y, acto seguido, redirigir la energía a un juguete. Evita gritos o castigos: aumentan el miedo y empeoran la conducta.

Algunas personas intentan “coger de la nuca” para inmovilizar, imitando a la madre. Hoy se desaconseja en la mayoría de situaciones porque puede generar estrés y no enseña una alternativa adecuada. Es preferible pausar, ignorar y reforzar con premios cuando el gato interactúa sin usar dientes.

Gatito jugando

Claves prácticas que marcan la diferencia:

  • Juega a sesiones cortas y frecuentes, usando cañas y peluches. Varía juguetes para evitar aburrimiento.
  • Observa señales de sobreestimulación y para antes de que llegue la mordida.
  • No retires la mano bruscamente; acércala un poco para que suelte y redirige al juguete.
  • Refuerza con golosinas y caricias tranquilas cuando mantenga la calma.

Mordidas en gatos adultos

En adultos, morder suele ser aviso. Motivos frecuentes: no quiere más mimos (respeta su umbral), aburrimiento (necesita juego, rascadores y enriquecimiento), miedos o traumas (requieren paciencia y entorno predecible) y dolor por patologías. Si un gato que no mordía empieza a hacerlo, consulta al veterinario para descartar causas médicas.

Si no puedes dedicarle mucho tiempo, deja juguetes interactivos y oportunidades de escalada. Programa varias “minisesiones” de juego al día para descargar energía y reducir estrés.

Gatos adultos que muerden

Cómo tratar la mordedura de un gato

Las mordeduras pueden infectarse. Lava de inmediato con agua y jabón, aplica un antiséptico y vigila la evolución. Si hay calor local, enrojecimiento que progresa, supuración, dolor intenso o fiebre, acude a un profesional sanitario para valorar antibióticos y vacunación antitetánica.

Si la mordida ocurre al acariciar, anota contexto y señales previas para ajustar el manejo: menos tiempo de caricias, zonas preferidas (cabeza, barbilla, nuca) y pausas frecuentes.

Tratamiento y prevención de mordidas

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para que tus gatitos no te muerdan.

juguetes gatos-7
Artículo relacionado:
A qué juegan los gatos: guía de juegos, juguetes, seguridad y beneficios