Cada año son varias las personas que se encuentran en la calle a uno o varios gatitos neonatos que se han quedado sin madre. La gran mayoría de ellos, aunque nos cueste creerlo, son dejados en bolsas de plástico o cajas de cartón al lado de contenedores de basura. Son muchos los mueren al poco de haber sido abandonados como si de un par de zapatos viejos se trataran.
Si tienen la suerte de ser encontrados por alguien que se compadezca de ellos, y que además asume la -gran- responsabilidad de hacerse cargo de ellos, tendrán más posibilidades de sobrevivir. Pero no hay que dejarse engañar: por muy bien que estén, a veces no salen adelante, de ahí que el título del artículo sea por qué es difícil cuidar a un gato neonato sin madre. Si quieres saberlo, no dejes de leer.
No controlan su temperatura corporal
Los gatitos hasta que no cumplen los 5-6 meses, que es cuando alcanzan la madurez sexual (más o menos), son animales muy delicados, especialmente durante sus ocho primeras semanas. Y es que no son capaces de controlar su temperatura corporal. Si a eso le sumamos que son muy bebés, pierden rápido el calor. Por ello, debemos de procurar que estén siempre tapados con mantas y/o que tengan cerca botellas térmicas.
No tienen el sistema inmune desarrollado
Y a veces, ni siquiera han bebido el calostro, que es la primera leche que les da su madre, la cual contiene una gran cantidad de anticuerpos que los protegen -o deberían de proteger- durante los primeros dos meses. Sin este medicamento natural, la supervivencia de los pequeños va a depender única y exclusivamente de lo bien que los cuidemos.
Es normal que tengan parásitos
Los gatitos neonatos que nos encontramos suelen estar llenos de parásitos, tanto externos (garrapatas, pulgas), como internos. Los primeros los podemos quitar a mano con unas pinzas, y además contamos con un antiparasitario en spray que se puede usar a partir de los 3 días de vida (consulta con tu veterinario sobre este producto), pero para eliminar los gusanos tendremos que esperar a que crezcan un poco más para darles un jarabe.
Necesitan beber varias veces al día
Mi gatita Sasha tomando su leche, el 3 de septiembre del 2016.
Y no cualquier tipo de leche. Lo ideal es darles una leche de sustitución para gatitos, que encontraremos en clínicas veterinarias y tiendas de animales, ya que contienen prácticamente todo lo que necesitan. Se las daremos cada 2 o 3 horas durante los primeros días de vida, y a partir de la tercera semana podremos dárselas cada 3-4 horas.
Muchos te dirán que también hay que darles por la noche; yo te digo que si ves que comen bien, están cada vez más activos y están sanos, no los despiertes cuando duerman porque el descanso también es importante para su salud. A mi gata Sasha cuando era un bebé nunca le dimos biberón de noche, y nunca nos ha dado ningún susto. Además, los gatitos no son tontos: si tienen hambre, te lo harán saber.
Puede costar que se acostumbren al alimento sólido
Si estuvieran con la madre, o incluso con gatos adultos, no habría problema pues los gatitos lo que harían sería imitarlos. Pero cuando están solo con nosotros a veces cuesta que se acostumbren al alimento sólido. Pero no es muy complicado: a partir de la tercera o cuarta semana hay que empezar a dejarles latitas para gatitos bien troceadas.
En el caso de que no coman, cogeremos un poquito y se lo pondremos dentro de la boca con cuidado, y se la cerraremos con firmeza pero con delicadeza. Por instinto tragarán, y lo normal es que después ya coman por sí solos. Pero si no es así, habrá que volver a hacerlo, o darle la comida con una jeringa sin aguja durante un corto periodo de tiempo.
Espero que este artículo no te desanime. No es esa mi intención. Hay que ser realistas: cuidar de gatitos neonatos no es fácil y a veces no salen adelante. Pero muchas veces sí que sale bien, y eso es lo que importa.