¿Por qué a los gatos les gusta el sol?

Gato atigrado tomando el sol

Seguramente hayas visto alguna vez a algún gato tumbarse justo en una zona donde los rayos del sol llegan al interior de forma más o menos directa. ¡Y es que le encanta estar ahí! Pero, ¿por qué?

Si es la primera vez que convives con uno y te estás preguntando por qué a los gatos les gusta el sol, sigue leyendo.

¿Por qué les gusta tanto?

Los gatos son originarios de los desiertos cálidos. Están más adaptados a los climas calurosos que a los fríos, aunque también viven bien en estos últimos (siempre que se vayan acostumbrando poco a poco y por supuesto tengan una buena capa de pelo que los proteja). Su cuerpo es capaz de aguantar hasta 50ºC de máxima, mucho más que el nuestro, el cual si hay 38-40ºC en el exterior ya empieza a pasarlo mal.

Así que el motivo por el que verás a estos animales echarse una siesta al sol es simplemente porque les encanta sentir esa calorcita proveniente del astro rey 🙂 .

¿Cuáles son los beneficios del sol para los gatos?

Tomar el sol tiene varios beneficios para los felinos, que son:

Es una fuente de vitamina D

La vitamina D es muy importante para el buen funcionamiento del organismo, sea humano o felino. El problema es que la capa de pelo que protege a los gatos es mucho más densa que la que nos protege a nosotros, de modo que el aporte de esta vitamina en gatos es muy baja si lo comparamos con el que recibe nuestro cuerpo. Por este motivo, es necesario darles una buena alimentación, sin cereales.

Les ayuda a mantener su temperatura corporal

De todos es sabido que cuanto más nos movamos, más calor tendremos. Con los gatos pasa lo mismo: no tiene problemas para mantener una temperatura corporal adecuada cuando están cazando o jugando, pero cuando duermen… necesitan una fuente de calor. Y esa fuente es la del sol; de ahí que descansen en cualquier esquina donde llegue algún rayo solar.

¿Es bueno que les dé el sol?

Sí, claro, pero tampoco hay que pasarse. Una exposición prolongada y frecuente podría acabar causándoles un golpe de calor e incluso cáncer. Por ello, no hay que dejar que les dé durante las horas centrales del día.

Y en el caso de que no les dé en ningún momento, tampoco habría problema. 🙂

Gato tomando el sol

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