Los peludos que queremos y adoramos han sido y son una magnífica fuente de inspiración para escritores, y por supuesto también para los poetas y poetisas. Su misteriosa mirada, su forma tan elegante de caminar y de ser, el cariño que pueden llegar a dar a cambio de respeto… todo esto hace que hoy día podamos disfrutar de varios poemas de gatos.
Si te gusta leer, y sobretodo, si te gusta leer cosas bonitas sobre estos felinos, a continuación te voy a decir cuáles son los inolvidables poemas sobre gatos.
A lo largo de la historia de las personas y de los gatos han habido varios humanos que han plasmado en sus letras un amor puro hacia los peludos. A día de hoy, hay alguna que otra teoría que dice que los pequeños felinos son el amigo ideal para los escritores, pues son bellos, silenciosos, y unos excelentes compañeros de vida.
Esto lo saben bien los autores de estos poemas:
Charles Baudelaire – El Gato
En mi cerebro se pasea,
Como en su casa,
Un lindo gato, fuerte, dulce y tibio.
Cuando maúlla se le oye apenas,
Tan tierno y discreto es su timbre;
Por más que su voz se apacigua o retumba,
Es siempre rica y profunda.
He ahí su calidez y su secreto.
Esa voz, que brota y se filtra
En mis fondos más tenebrosos,
Me llena como un verso numeroso
Y me regocija como una pócima de amor.
Ella atenúa los más crueles males
Y detiene todos los éxtasis;
Para decir las frases más largas,
No necesita palabras.
No, él no es el violín, instrumento
perfecto, que muerde mi corazón,
pero hace, más regiamente,
Sonar su cuerda más vibrante
Que tu voz, gato misterioso,
Seráfico gato, gato extraño,
En quien todo es, como en un ángel,
Tan sutil como armonioso.
Jorge Luis Borges – A un gato
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
Y este es mío
Dejaría todo por volverte a ver,
por poder disfrutar de tu presencia,
por escuchar de nuevo tu dulce voz.
Nunca me imaginé que la oscuridad
se convertiría en nuestra enemiga,
en la culpable de una traición
que te arrancó el alma con sus manos.
Las flores, antaño orgullosas,
lloran lágrimas de sangre
por tu juventud perdida.
(En memoria de Blacky, un gato que desapareció en el 2015, con dos años de edad).
¿Qué te han parecido? 🙂
Maravillosos. Sigue con tu blog. Muchísimas gracias.?
Nos alegra de que te guste 🙂
Muchas gracias, Alix 🙂