Es raro que los gatos tengan miedo a las alturas, pero no es imposible ni mucho menos. Del mismo modo que hay humanos que disfrutan haciendo escalada u otros deportes similares, hay algunos que preferimos tener los pies en la tierra… literalmente.
Aunque es muy cierto que los felinos son conocidos por ser unos animales muy ágiles y unos magníficos equilibristas, el miedo a las alturas en los gatos a veces puede hacerse presente en cuanto menos nos lo esperamos. ¿Cómo saber si nuestros compañeros lo tienen?
¿Por qué pueden tener miedo a las alturas?
Los gatos, por lo general, necesitan estar en las alturas (muebles altos, en el rascador,…) pues es ahí donde se sienten realmente seguros y donde además pueden controlar sin problemas su entorno. Pero esto no siempre es así. Por ejemplo, si han tenido una mala experiencia su cerebro asociará esas zonas con algo negativo, lo cual hará que sientan miedo y no vayan más ahí.
Otro de los motivos es que sean muy jóvenes y, por consiguiente, desconozcan el entorno. Es muy, muy normal que los gatitos vayan inseguros cuando prueban o van por primera vez a un sitio, pues todavía desconocen si son capaces o no de ir por allí con confianza. Pero ojo, también los ancianos pueden tener miedo a las alturas, aunque en este caso es más por la debilidad que van experimentando en sus patas a medida que van envejeciendo.
Por último, podría ser que estos peludos sufran de ataxia, que es una enfermedad que puede provocar la descoordinación de sus extremidades.
¿Qué hacer para ayudarles?
Superar el miedo a las alturas no es fácil. Esto es algo que tú mismo podrás comprobar si tienes vértigo y te propones superarlo. Pero hay cosas que sí que podemos hacer para que, poco a poco, lo vayan superando. Esas cosas son:
- Empezar a hacer algo en esa zona donde tuvieron esa mala experiencia: por ejemplo, si tuvieron una mala caída en el rascador, lo que haremos será jugar con unos juguetes delante de ellos. Puede parecer una tontería, pero con el tiempo veremos que sienten de nuevo curiosidad por ese lugar. Poco a poco, se irán acercando más.
Eso sí, importante: durante todo el tiempo que estemos jugando, tenemos que llamarlos con un tono de voz alegre y enseñándoles golosinas para gatos para que vayan viniendo. - No pensar en lo ocurrido: cuando pensamos en sucesos que resultaron traumáticos para nuestros gatos tendemos a sobreprotegerlos, lo cual no es bueno ni para ellos ni para nosotros, pues volvemos a tener algo de estrés y/o ansiedad que les transmitimos. Esto hace que se sientan, de nuevo, en alerta; así que hay que procurar no pensar en ello y ser felices 🙂 .
- Llevar una vida tranquila: la tensión no ayuda a nadie. Si queremos que los gatos superen su miedo a las alturas tenemos que estar serenos, darles mucho cariño -sin agobiarles- y cuidarlos con respeto y paciencia.
En el caso de que veamos que les cuesta superarlo, que pasan los meses y no hay mejoría, consultaremos con un etólogo felino que trabaje en positivo.