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El gato dedica gran parte de su tiempo a hacer una única cosa: acicalarse. Es un animal extremadamente limpio que se va a quitar cualquier resto de comida y de suciedad en cuanto se note un poco incómodo. Sin embargo, de asearse tan seguido puede acabar sintiendo molestias en su estómago por la ingesta de pelos.
Afortunadamente, podemos ayudarle mucho tanto a prevenir las temidas bolas de pelo como para, en muchos casos, eliminarlas si le damos malta para gatos. Pero, ¿qué es y cada cuánto hay que darle? De todo esto y mucho más vamos a hablar en este especial. ¿Te lo vas a perder?
¿Qué son las bolas de pelo?
El gato invierte mucho tiempo para mantener su pelaje limpio no, limpísimo. Es una tarea que realiza con mucha facilidad, ya que su lengua cuenta con pequeñas espinas que arrastran todo el pelaje que se cae con facilidad y la suciedad que pueda tener. El problema es que no le queda más remedio que tragárselo, puesto no es capaz de escupirlo.
Normalmente, lo eliminará con las heces, pero cuando es una importante cantidad de pelo la que se ha tragado, pueden formarse las temidas bolas que tratará de expulsar mediante el vómito. Aún así, a veces no consigue expulsarla al quedarse trabada en el intestino, y será entonces cuando debamos ayudarle.
¿Cómo saber si mi gato tiene bolas de pelo?
Las bolas de pelo, si se quedan atascadas en el intestino, pueden impedir que el gato haga una vida normal. Los síntomas que le veremos son:
- Vómitos: expulsará no sólo líquido, sino también comida.
- Estreñimiento: el peludo debe de defecar, como mínimo, una vez al día (lo ideal son 2 o 3). Si lo hace con menos frecuencia, es porque está estreñido.
- Apatía, tristeza: no querrá jugar, y es probable que se aísle.
- Arcadas frecuentes: tratará de expulsar las bolas de pelo.
- Regurgitaciones: puede comer, pero sólo para mirar de conseguir que, una vez que la comida llegue al estómago, pueda expulsar las bolas sin vomitar.
Cómo ayudarle
Podemos hacer varias cosas para ayudarle y que pueda continuar con su vida. La más importante es tratar de darle una cucharada de vinagre. Este es un alimento que podría poner fin a su dolor, ya que actúa como si fuese un producto desatacador: limpia bien los intestinos, llevándose consigo todo -o casi todo- lo que se encuentre a su paso. En el caso de que no se lo trague, se lo daremos con una jeringa sin aguja, poco a poco y sin obligarle demasiado.
Otra de las cosas que le pueden ir muy bien es masticar y tragarse hierba para gatos, que encontraremos a la venta en cualquier supermercado o tiendas de animales. Suelen venderse con el kit ya preparado, de modo que sólo tenemos que regar y ponerlo en una habitación en la que entre mucha luz natural. El único inconveniente es que necesita un mes para estar listo para su consumo, por lo que hay que hacerse con uno antes de que surja el problema.
Una de las tareas que debemos de hacer todos los que convivimos con este animal es la de cepillarlo. Tanto si tiene el pelo largo como corto, es fundamental cepillarlo al menos 1 vez al día (2 si es muy peludo), tanto para evitar que se formen las bolas de pelo como para tratar de que, una vez las tenga, su salud empeore. Usaremos para ello peine o cepillado adecuado, y para terminar le pasaremos el FURminator que es un cepillo de púas rígidas que elimina prácticamente todo el pelo muerto.
Y, por último, le podemos dar malta para gatos, de la cual vamos a hablarte largo y tendido a continuación.
Todo sobre la malta para gatos
¿Qué es?
La malta es una pasta de origen natural que recuerda mucho a la miel, pero es más densa. Está compuesta por aceites y grasas vegetales, extracto de malta, fibra, derivados lácteos y levadura. A veces y dependiendo de la marca puede contener colorantes, conservantes y vitaminas.
Se vende en diferentes formatos: en forma de tubo o como premios (golosinas) para gatos. El más recomendable es el primero, ya que es fácil de aplicar y se puede controlar mejor cuánta malta se le ha dado al animal.
¿Para qué sirve?
La malta tiene un efecto laxante que ayuda a mejorar el tránsito intestinal, ayudando a expulsar las bolas de pelo.
¿Cómo dársela?
Como comentábamos, el gato parece tener obsesión por su higiene personal 🙂 . Así, podemos aprovecharnos de eso y ponerle un poco en su pata. Lo más probable es que no tarde ni dos segundos en lamérsela, tragándosela.
En el caso de que nuestro felino sea muy especial y trate de quitársela de otro modo, pasándola por ejemplo por una manta, se puede optar por ponerle, de nuevo, un poco, en su comida y mezclársela.
¿Cuál es la dosis?
La cantidad adecuada será una bolita del tamaño de una almendra. Es importante no darle más ya que podría ser contraproducente. La frecuencia será de dos veces por semana si tiene el pelo corto, o de cuatro si lo tiene largo.
¿Y su precio?
El precio dependerá, sobretodo, de la marca. Pero para que te hagas una idea, puede costar entre los 2 y los 6 euros.
De todos modos, si vemos que nuestro amigo no mejora en un par de días, será conveniente llevarlo al veterinario.
La malta para gatos también está en muchos piensos para gatos son Hairball control. Un artículo muy completo, los cepillos del estilo fulminado son cosas que muchos dueños no tienen en cuenta y ayuda muchísimo. Felicidades por el artículo.
Muchas gracias por tus palabras. 🙂