Cuando llega el otoño-invierno y las temperaturas comienzan a bajar, nuestros gatos parece que quieren pasar más tiempo acurrucados a nuestro lado y no tanto explorando el hogar; y es que… ¿quién quiere dar una vuelta por la casa pudiendo estar tapado/a con una manta en un día frío?
Porque, sí, los gatos son frioleros. Algunos más que otros, por supuesto. Pero, ¿cómo saber si los nuestros lo son?
Te contaré el caso de mis gatos. Actualmente convivo con cuatro de ellos: Susty de 10 años, Keisha de 7 años, Benji de 3 años y Sasha de 6 meses.
- Susty: es una gata que prácticamente no pasa tiempo en casa. Viene a comer y dormir un poco. Cuando hace frío, sí que le gusta estar tumbada cerca de alguien, pero no es una gata muy friolera.
- Keisha: durante el invierno sale a dar una vuelta corta y enseguida regresa. Si llueve, no sale. Prefiere dormirse en una cueva para gatos que les compré, forrada con tela de peluche.
- Benji: le gusta salir, haga calor o frío, pero por la noche es de los que, si tiene oportunidad, se mete debajo de las mantas. Alguna vez ha llegado a quedarse dormido.
- Sasha: la gatita de la familia es muy friolera. Si hace frío, se pondrá en el cuello si hace falta. No sale a la calle, pero si encuentra un rincón donde pueda tomar el sol, lo aprovechará al máximo.
Por lo tanto, en base al comportamiento de mis peludos puedo decir que sabrás si los tuyos son frioleros si ves que se introducen debajo de las mantas o sábanas, si quieren estar a tu lado o dormir contigo, o incluso si pasan tiempo tomando el sol. Esos momentos son, sin duda alguna, los más tiernos del invierno. Disfrútalos 🙂 .
Los gatos son originarios de los desiertos cálidos, de modo que no están acostumbrados al frío. Para ayudarles a superar la temporada invernal, no hay nada como dejarles estar a nuestro lado.
Acabó de adoptar un gato adulto. Le he puesto su caja grande de arena en el baño uno logró se la use, aún cuando lo pongo dentro de la caja varias veces