Cuando un gato sufre de otitis, es fundamental atenderlo lo antes posible para evitar complicaciones crónicas. Este problema puede causar molestias graves e incluso conducir a una pérdida auditiva si no se trata a tiempo. Para garantizar que los tratamientos óticos y las gotas recomendadas por el veterinario tengan el efecto deseado, es esencial que el conducto auditivo esté completamente limpio, sin rastros de cerumen ni otros contaminantes.
¿Qué es la otitis en gatos?
La otitis es una inflamación que afecta al conducto auditivo y puede estar causada por infecciones bacterianas, parasitarias (como los ácaros del oído), alergias, o incluso cuerpos extraños que quedan atrapados dentro del oído. Si no se trata, esta inflamación puede empeorar, causando malestar y posibles complicaciones, como la propagación de la infección al oído medio e interno.
Los gatos son animales muy aseados que suelen limpiar sus orejas de forma natural, pero en ocasiones, cuando hay una infección o acumulación excesiva de cerumen, necesitan una ayuda extra para eliminar impurezas. En estos casos, la limpieza de las orejas es un paso crucial antes de aplicar cualquier tratamiento.
Signos de alerta
Hay ciertos signos que indican problemas en los oídos de tu gato y que requieren atención veterinaria:
- El gato se rasca frecuentemente las orejas o sacude la cabeza de manera constante.
- Hay excreciones amarillentas, marrones o negras en el conducto auditivo.
- Hay mal olor proveniente del oído.
- El gato muestra sensibilidad o dolor al tocarle las orejas.
- El oído presenta enrojecimiento o hinchazón.
Si observas alguno de estos síntomas, es importante que acudas al veterinario lo antes posible, ya que podría tratarse de una infección grave o una otitis avanzada.
Preparaciones caseras para limpiar las orejas de un gato
Si bien el veterinario puede recomendar soluciones comerciales para limpiar las orejas de tu gato, también existen preparaciones caseras efectivas. Una alternativa es una mezcla de partes iguales de povidona yodada, agua oxigenada medicinal y unas gotas de alcohol. Sin embargo, este tipo de soluciones solo deben utilizarse si han sido aprobadas previamente por un veterinario para evitar irritaciones o daños en el oído.
El agua oxigenada es clave en esta mezcla, ya que remueve el cerumen y las costras mediante pequeñas burbujas que limpian mecánicamente el conducto. A su vez, la povidona yodada actúa como desinfectante, mientras que el alcohol ayuda a ablandar el cerumen, facilitando su posterior eliminación.
Es esencial ser muy cuidadoso al aplicar este tipo de soluciones. Nunca se debe usar un chorro a gran presión, ya que podría causar algún daño. En su lugar, se recomienda usar una jeringa sin aguja y aplicar la solución suavemente.
Pasos para la correcta aplicación
Una vez tengas la solución lista, sigue estos pasos para aplicar correctamente el tratamiento de limpieza:
- Con la jeringa sin aguja, aplica la solución suavemente en el oído del gato.
- Masajea la base de la oreja durante unos segundos para que el líquido se distribuya bien dentro del canal auditivo.
- Deja que tu gato sacuda la cabeza para ayudar a eliminar la suciedad disuelta.
- Utiliza una gasa o algodón para retirar la suciedad visible de la superficie de la oreja, evitando introducir objetos dentro del canal auditivo.
¿Cada cuánto tiempo se debe hacer la limpieza?
La frecuencia de la limpieza dependerá del estado del oído del gato. Si tu gato tiene tendencia a acumular cerumen o ha sido diagnosticado con otitis, es recomendable limpiarlas cada dos semanas. En casos graves o crónicos, el veterinario puede sugerir un régimen de limpieza más frecuente.
No obstante, para gatos sanos, no es necesario realizar una limpieza de oídos con regularidad, ya que sus mecanismos naturales suelen ser suficientes para mantenerlos en buenas condiciones. Lo ideal es realizar una inspección semanal de sus orejas y actuar si se observan signos de infección, enrojecimiento o acumulación excesiva de cera.
Cuidados especiales tras la limpieza
Una vez realizada la limpieza, es crucial aplicar las gotas óticas recomendadas por el especialista. Estas suelen contener antibióticos, antifúngicos o antiinflamatorios, según la causa de la otitis. El tratamiento debe realizarse siguiendo estrictamente las instrucciones del veterinario para asegurar una curación completa.
Además, es recomendable premiar al gato tras la limpieza; de esa forma, asociará la experiencia con algo positivo y será más fácil manejarlo en futuras limpiezas. Utiliza su snack favorito o acarícialo en su parte favorita para recompensarlo.
¿Cómo prevenir la otitis en gatos?
La prevención es clave para evitar que tu gato desarrolle otitis de manera recurrente. Aquí te dejamos algunos consejos:
- Mantén limpia el área donde tu gato pasa la mayor parte del tiempo, evitando la acumulación de polvo y ácaros.
- Haz inspecciones frecuentes de sus orejas, especialmente si tu gato sale al exterior.
- Asegúrate de bañar a tu gato sin que entre agua en sus oídos para evitar la humedad y posibles infecciones.
Recuerda que ante cualquier síntoma de otitis o molestia en las orejas, la consulta veterinaria es ineludible. Los tratamientos caseros y de limpieza solo deben realizarse bajo recomendación del especialista.