Los gatitos son unas preciosas bolitas a las que apetece dar millones de besos y mimos. Verlos nacer y luego jugar con su madre y hermanos es una experiencia maravillosa, que nos enternece el corazón despertándonos el instinto materno/paterno. Pero antes de hacer criar a nuestra gata tenemos que tener muy presente que la gran mayoría de sus hijos no acabarán en buenas manos.
Para evitarles ese sufrimiento, es muy importante conocer la importancia del control de la natalidad en gatos.
Una gata puede tener hasta 28 gatitos por año
Seguramente hayas escuchado decir aquello de que »crían como conejos». Aunque es un comentario que puede ser un poco (o bastante) despectivo, en el caso de los gatos… es así; es decir, una gata se puede quedar embarazada con 5 meses, y volver a quedarse a los 5-6 meses. Tras cada periodo de gestación nacerán de 1 a 14 gatitos, los cuales a su vez tendrán el primer celo más o menos a la misma edad que su progenitora.
¿Sabes cuántos de esos gatitos acabarán en una buena familia? Muy pocos. Para comprobarlo basta acercarse a cualquier perrera o refugio de animales. No dan a basto de la cantidad de animales que tienen allí. En esas jaulas pueden convivir hasta 30 o más gatos juntos, lo cual les resulta tremendamente estresante a cada uno de ellos, pues ningún felino, y menos el gato, está preparado para convivir con tantísimos animales.
Los gatos domésticos no saben valerse por sí mismos en el exterior (y menos en una ciudad)
Con »domésticos» me refiero a gatos que desde pequeños han estado viviendo con personas. Estos peludos lo pasan muy mal cuando se les abandona. Sí, son felinos, pero son unos que durante toda su vida ha tenido agua y comida siempre a su disposición, de modo que no han podido aprender a cazar animales. A eso hay que sumarle que, como han sido más bien sedentarios, se cansan enseguida.
Y eso por no hablar del shock que supone para ellos quedarse sin su familia. No es de extrañar que pierdan el apetito, y que mueran poco después. También les pasa a aquellos que han sido recogidos y llevados a un centro de protección animal.
La importancia de controlar las colonias felinas
Hasta no hace mucho, y aún hoy en muchos lugares, para controlar los colonias felinas lo que se hace a menudo es optar por el sacrificio de estos animales. Esta práctica, además de ser cruel e insensata, no sirve para nada ya que el espacio que queda libre se vuelve a ocupar por más gatos… por la sencilla razón de que el abandono está a la orden del día y de que son pocas las personas que castran a sus gatos antes de que tengan el primer celo.
Por todo ello, lo que se viene haciendo es coger a los gatos callejeros, llevarlos a castrar, y cuando se recuperan llevarlos a donde estaban. Esto se conoce como el método CES, y es lo que mejor está funcionando.
Hay superpoblación de gatos. Antes que hacerlos criar, pensemos bien en el futuro que tendrán esos gatitos.