En cuanto decidimos llevar a casa a un gato debemos de hacer lo posible para que tenga una vida larga, pero sobretodo feliz. Por ello, es muy importante que cada vez que sospechemos que se encuentra mal de salud lo llevemos al veterinario, ya que de lo contrario su situación podría empeorar.
Una de las enfermedades más comunes es la faringitis en gatos. Al igual que a nosotros los humanos, las molestias que van asociadas a ella son varias. Sepamos cuáles son los síntomas y su tratamiento.
Índice
¿Qué es la faringitis?
La faringitis es la inflamación de la faringe normalmente como consecuencia de una infección vírica o bacteriana que puede haberse dado en cualquier momento: una simple y breve bajada de defensas favorece que los virus y las bacterias entren en el organismo de forma sencilla y rápida. Una vez que lo consiguen, el periodo de incubación suele ser de 1 a 3 días, pero ese tiempo puede variar dependiendo del sistema inmune del peludo.
Ahora, también puede deberse a algún cuerpo extraño, como un trozo de hierba. En cualquier caso, los síntomas no tardarán en aparecer. Y será entonces cuando tengamos que tomar algunas medidas para que pueda recuperarse lo antes posible.
¿Cuáles son los síntomas?
Son muy similares a los que tenemos nosotros cuando se nos inflama la faringe, por lo que no nos será difícil reconocer la patología en nuestro querido amigo:
- Dolor al tragar
- Frecuentes movimientos de deglución
- Ronquera o pérdida de voz
- Pérdida de apetito
- Pérdida de interés en el juego
- Malestar general
- Fiebre
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Una vez que sospechemos que el gato puede tener faringitis, lo que haremos será llevarlo al veterinario lo antes posible. Allí nos preguntará sobre los síntomas que tiene, y desde cuándo lo vemos así. Luego, le hará un examen físico, seguramente pidiéndonos que mantengamos sujeto al animal para que no se mueva ni le pueda arañar, ya que como todos sabemos los felinos no son muy amigos de los veterinarios 🙂 .
¿Cuál es el tratamiento?
En cuanto vea que su garganta está inflamada, procederá a recetarle antibióticos; o si tuviera algún cuerpo extraño, lo anestesiará y se lo extraerá con unas pinzas. Pero ese no es el único tratamiento que deberemos darle.
Nada más llegar a casa debemos de proporcionarle una habitación en la que pueda estar tranquilo. En ella debe de tener su cama, agua y comida, además de juguetes. Es probable que no le apetezca jugar, pero es aconsejable invitarle a hacerlo todos los días, a menos que realmente lo veamos sin ganas de nada.
En cuanto a la comida, como le duele al tragar, hay que facilitarle las cosas. Al menos mientras esté enfermo hay que darle comida húmeda para gatos, como las de Applaws o las de Animonda por ejemplo. No le daremos comida que lleve cereales ni subproductos, pues su situación podría empeorar al no tener un sistema digestivo capaz de digerir ni los cereales, ni los picos, ni la piel (ni ningún subproducto).
¿Se puede prevenir?
La faringitis no se puede prevenir al 100%. Hay que tener presente que por lo general es infecciosa; a través de una simple tos de un peludo enfermo el gato puede acabar padeciéndola. Además, tampoco existe vacuna alguna para reducir al mínimo el riesgo, pero sí que podemos (y de hecho, debemos) hacer algunas cosas para que, en caso de padecerla, se pueda recuperar lo antes posible:
- Darle una dieta carnívora: puede que te canses de leerme decir esto, pero somos lo que comemos. Ningún felino se alimenta de verdura -salvo cuando se purga-, ni mucho menos de subproductos. Muchos de los piensos que se venden contienen precisamente eso. Así, no es raro que tengamos que acudir al veterinario mucho más de lo que sería normal.
¿Qué marcas son las recomendables? Cualquiera que solo lleve carne (mínimo un 70%) y quizás un poco de verdura, como Applaws, Orijen, Taste of the Wild, True Instinct High Meat, entre otros. - Mantener puertas y ventanas cerradas: si no sale al exterior, esto es algo que hay que hacer siempre, pero si lo dejamos salir lo mejor será mantenerlo dentro de casa durante los días más fríos.
- Dejar que se meta debajo de las mantas: al ser originario del desierto cálido, lo ideal es que pueda protegerse del frío bajo las mantas cada vez que así lo desee. Es más, si quiere dormir con nosotros, lo ideal sería dejarle que lo haga, pues a menos que tengamos alergia no va a pasarnos nada (o nada malo, al menos 😉 ). Tienes más información en este artículo.
- Ponerle las vacunas que necesita: así tendrá un sistema inmunológico capaz de hacer frente a diversas enfermedades que podrían causar una inflamación en su garganta, entre otras cosas.
Y con esto terminamos. Esperamos que te haya sido de utilidad. 🙂
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