Los gatitos y gatos que viven en las calles tienen un alto riesgo de tener parásitos intestinales. Al verse obligados a comer lo que encuentran, a menudo se exponen a ellos sin darse cuenta. A veces tienen suerte y los recoge alguien que se preocupa por ellos, como quizás le ha ocurrido a tu peludo.
Si este es el caso, lo primero darte la enhorabuena por ese nuevo miembro de la familia. Pero, ¿sabes cómo evitar las lombrices en los gatos? Y, ¿cómo saber si ya tienen? Si has respondido que no a las dos preguntas, no te preocupes. Después de leer este artículo ya no tendrás que preocuparte más por estos indeseables inquilinos.
Cómo evitar que mi gato tenga lombrices
Los parásitos intestinales, a pesar de todo, se pueden prevenir de una manera muy fácil: dándole a tu gato pastillas o jarabe antiparasitario. Estos medicamentos los encontrarás a la venta en clínicas veterinarias, y también a veces en las farmacias. Especialmente si sale al exterior, es muy recomendable que se le dé una pastilla o jarabe cada mes. De esta manera, nos aseguraremos de que el cuerpo de nuestro amigo está libre de lombrices. Pero aún hay algo más que podemos hacer.
La carne cruda y, sobretodo, el pescado crudo son una vía de entrada de parásitos, por lo que se recomienda ponerlos a hervir antes de dárselo.
¿Cómo saber si tiene lombrices?
Hay cuatro parásitos que afectan a los gatos, que son las Giardias, las cuales pueden vivir en el intestino de las personas y de los animales; las Toxocara canis y Toxocara cati, que son grandes y de color blanco; y el Toxoplasma gondii, que es el que produce la toxoplasmosis. Si el peludo tiene cualquiera de ellos, puede tener cualquiera de estos síntomas: diarreas, vómitos, pérdida de brillo en el pelaje, encías pálidas y/o apatía.
En el caso de que tengas a un gato con lombrices, debes de lavarte las manos antes y después de tocarlo, y retirar las heces de su arenero lo antes posible.
Los parásitos intestinales en los gatos pueden perjudicarles bastante. Si ves que tu amigo no se siente bien, o si acabas de recoger a uno de la calle, no dudes en llevarlo al veterinario.
adoro a los gatos y creo firmemente que son magicos. hace unos dias llegaron a mi vida dos de esos pequeñines blancos. mi animo cambio por completo, la depresion en la que estaba cayendo a marchas forzadas se freno de repente y esta remitiendo poco a poco gracias a estos dos pequeñajos.
Me alegro mucho, Ana 🙂