Nadie quiere que la vida de su gato se termine, pero la triste realidad es que es un animal que vive bastante menos que los seres humanos, consulta cuÔnto vive un gato. Crece tanto en tan poco tiempo, que en apenas un año pasa de ser un tierno y dulce cachorrito a un adulto, juguetón, pero adulto. Aprovechar cada etapa con cuidados adecuados marca una gran diferencia en su bienestar.
Cuando llega a los 10 años, ya se considera oficialmente viejo. ¿Qué le ocurrirÔ a partir de ahora? Vamos a verlo. Sepamos cuÔles son las etapas de la vejez en gatos.
Si bien las etapas de la vejez no tienen nombre, sĆ que vamos a ver que nuestro querido amigo va a experimentar una serie de cambios que pueden ser mĆ”s o menos importantes a medida que vaya cumpliendo aƱos. AsĆ, se distinguen tres etapas: senior temprano, senior avanzado y geriĆ”trico; cada una requiere observación y cuidados especĆficos, vinculados a la etologĆa felina.

De 10 a 12 aƱos de edad
A partir de esta edad el gato puede ir dejando de saltar sobre las superficies altas ya que comienza a perder energĆa. Sus huesos y mĆŗsculos empezarĆ”n a gastarse, y eso es algo que iremos notando cuando lo cojamos en brazos. Su peso disminuirĆ” un poco, y su cuerpo se notarĆ” cada vez mĆ”s frĆ”gil. Conviene controlar peso y condición corporal para detectar pĆ©rdidas de masa muscular.
Puede que se vuelva mĆ”s vocal y miedoso, de modo que serĆ” muy importante que evitemos hacer ruido y movimientos bruscos, revisa el sentido del oĆdo del gato. Adaptar rutinas y ofrecer entornos previsibles reduce el estrĆ©s y ayuda a prevenir conductas indeseadas.

De 13 a 15 aƱos de edad
SeguirĆ” volviĆ©ndose mĆ”s lento. Puede que ya no vaya a recibirnos cuando llegamos a casa, o que no lo haga con tanta rapidez como lo hacĆa antes. AdemĆ”s, podrĆa experimentar los primeros problemas propios de la edad avanzada, como pĆ©rdida de visión y/o audición, artritis o intolerancia a las bajas temperaturas. Vigila tambiĆ©n seƱales de hipertensión o diabetes (bebe y orina mĆ”s) y de enfermedad renal crónica (pĆ©rdida de peso con apetito variable).
Es posible que desarrolle mal humor como consecuencia de los cambios que se estÔn produciendo en su cuerpo, puede deberse a causas de la depresión en gatos. Si esto ocurre, hay que tener mucha paciencia con él y hacerle saber, como hemos hecho hasta ahora, que lo queremos, pasando tiempo con él y dÔndole mucho cariño. Enriquecimiento ambiental suave (juguetes sencillos, rascadores bajos) y camas cÔlidas pueden mejorar su confort.
A partir de los 16 aƱos
Si el gato llega a vivir 16 aƱos o mĆ”s podremos estar muy satisfechos. SignificarĆ” que lo hemos con mucho mimo durante toda su vida, proporcionĆ”ndole no sólo comida, agua y un sitio donde protegerse del frĆo o de la calor, sino tambiĆ©n confianza, y muchas muestras de cariƱo. La calidad de vida depende de revisiones periódicas y ajustes en casa.
Como curiosidad, decir que un gato de 16 aƱos podrĆa compararse con una persona de 80 aƱos. Esto significa que podrĆa olvidarse de usar la caja de arena, e incluso de acicalarse, en ocasiones asociado a la demencia senil. En el caso de que esto ocurriera, hay que cepillarlo a diario, un par de veces al dĆa. Coloca areneros de entrada baja y sitĆŗa comida y agua en zonas muy accesibles para evitar esfuerzos.
A esta edad, es muy posible que tenga problemas en las articulaciones o cualquier otro problema de salud relacionado con la tercera edad, de modo que serƔ necesario llevarlo al veterinario regularmente para que lo examine. AƱade, si lo indica el veterinario, condroprotectores y analgƩsicos seguros para mejorar su movilidad.

SeƱales frecuentes de envejecimiento que conviene observar
- Pelaje menos brillante o mƔs Ɣspero; pueden aparecer canas y menor acicalamiento.
- Variaciones de peso: pƩrdida por sarcopenia o aumento por menor actividad; controla raciones y movimiento.
- Problemas dentales: sarro, gingivitis y halitosis; el dolor oral reduce el apetito.
- UƱas mƔs gruesas o largas por menor desgaste; revisa y recorta con seguridad.
- Vista y oĆdo reducidos; responde menos a estĆmulos y puede orientarse peor en penumbra.
- MƔs horas de sueƱo y menor actividad; evita exigir saltos altos y ofrece alternativas.
- Desorientación o maullidos nocturnos compatibles con disfunción cognitiva felina.
Cuidados en casa y adaptación del entorno
Facilita el acceso a todo lo esencial: coloca una caja de arena por planta con bordes bajos, sitĆŗa agua y comida elevadas unos centĆmetros para aliviar articulaciones y aƱade rampas o escalones hacia sofĆ”s o ventanas.
Proporciona camas blandas y cĆ”lidas en zonas tranquilas, lejos de corrientes; en climas frĆos, considera mantas tĆ©rmicas seguras. MantĆ©n rutinas estables para reducir el estrĆ©s y evita cambios bruscos en muebles o en su territorio.
Incorpora juego suave diario (varitas de movimiento lento, olfato con premios), sesiones de cepillado cortas y revisiones de uƱas. Si hay dolor articular, consulta sobre suplementos condroprotectores y analgƩsicos veterinarios.

Alimentación y control del peso en la tercera edad
Apuesta por proteĆnas de alta calidad y densidad energĆ©tica ajustada a su actividad. En caso de enfermedad renal o cardiaca, tu veterinario puede recomendar fósforo controlado, sodio moderado y Ć”cidos grasos omega-3.
La hidratación es clave: ofrece varias fuentes de agua, fuentes tipo cascada y combina pienso con comida húmeda si no hay contraindicaciones. Revisa la condición corporal cada mes y ajusta raciones para evitar obesidad, que suele alcanzar su pico en la fase senior.
Prevención y visitas veterinarias
Programa chequeos cada seis meses en gatos senior: analĆtica sanguĆnea, urianĆ”lisis, presión arterial, revisión dental y peso. Detectar a tiempo diabetes, hipertiroidismo, hipertensión, cĆ”ncer o ERC permite tratamientos que mejoran la calidad de vida.
Acude antes si hay pérdida de peso rÔpida, bebedero muy frecuentado, vómitos repetidos, dificultad para moverse, cambios de carÔcter o desorientación intensa. Muchos problemas se manejan con dieta, medicación y ajustes ambientales.
Cómo encajan estas etapas con la vida del gato
Tras la juventud (activo y curioso), llega la adultez y la madurez, cuando se hace mĆ”s probable la aparición de problemas dentales o metabólicos. A partir de la etapa senior, el foco pasa a la prevención y el confort. La equivalencia aproximada con humanos suele ser: 10-12 aƱos felinos ā 56-64 humanos; 13-15 ā 68-76; 16+ ā 80+.
Si tu compañero aún es joven, la esterilización temprana y la vacunación con refuerzos periódicos ayudan a prevenir riesgos futuros; si ya es mayor, prioriza revisiones, control del dolor y una dieta adaptada.
La vejez es inevitable. Por ello, es conveniente aprovechar al mÔximo el tiempo que estamos con nuestro gato. Asà podremos asegurarnos de que va a tener una vida digna y feliz a nuestro lado. Cuidar su nutrición, su entorno y su salud preventiva le permitirÔ seguir disfrutando, con calma, de todo lo que le hace sentirse seguro y querido.

