Convivir con un gato no solo significa darle agua y comida, sino también preocuparse de su salud. Cada vez que sospechemos que no se encuentra bien, lo primero que tenemos que hacer es llevarlo al veterinario para que lo examine y lo trate, ya que si lo dejamos pasar lo habitual es que el problema empeore. Y hay uno de esos problemas que pueden ser mortales.
Te hablo de la espina bífida en gatos, una anomalía congénita (es decir, de nacimiento) que hace que la columna vertebral no tenga un desarrollo normal, lo cual hace que el felino no tenga la calidad de vida que precisa.
¿Cómo se produce?
La espina bífida en gatos se produce, como decíamos, cuando aún está en la placenta, en el cuerpo de su madre. Dependiendo de la gravedad, le afectará de una manera o de otra. Así, mientras en los casos más leves solo se suele ver implicada una sola vértebra, en los más graves son varias las afectadas.
Si el caso es realmente severo, que es cuando la médula queda expuesta al nacer, el peludo queda predispuesto a sufrir una inflamación de la cobertura de la médula espinal o meningitis. En estas situaciones el veterinario suele aconsejar practicar la eutanasia ya que el pronóstico no es bueno.
Es particularmente frecuente en la raza de gatos Manx, pero los que nacen sin cola (o con solo parte de ella) no suelen tener problemas para caminar y hacer vida normal.
¿Cuáles son los síntomas?
El gatito enfermo mostrará los síntomas cuando empiece a dar sus primeros pasos. Estos son los siguientes:
- Tambalea al caminar
- Tiene debilidad en las patas traseras
- Poca (o ninguna) sensibilidad o dolor en las zonas afectadas
- Parálisis
- Dificultad para controlar sus esfínteres
Si tiene cualquiera de estos signos, hay que llevarlo al veterinario para que le realicen estudios que ayuden a confirmar l diagnóstico, como radiografías, resonancias o mielogramas.
¿Cómo se trata y/o se previene?
Cuando el caso es leve, el profesional le practicará una cirugía reparadora, pero hay que saber que hay pocas posibilidades de que el animal se recupere por completo de este problema.
Por otra parte, al ser una malformación congénita no se puede prevenir. Lo único que se puede hacer es realizar estudios genéticos de los gatos que se quieran cruzar para asegurarse de que los gatitos nacerán sanos.
Espero que te haya sido de utilidad.