La epilepsia es una enfermedad que afecta a los seres humanos, pero lamentablemente también a los gatos. Es un trastorno que impide que el animal pueda llevar una vida normal, puesto que en cualquier momento le puede dar un ataque epiléptico. Cuando se convive con un felino al que se le ha diagnosticado este problema, hay que asegurarse de que el hogar en el que vive es tranquilo y, sobretodo, seguro.
Sepamos más sobre esta enfermedad que, si bien afecta a un número cada vez menor de gatos, aún no se puede dar por erradicada.
Síntomas de la epilepsia en gatos
La epilepsia puede estar originada por dos principales motivos: el primero es que lo haya heredado, lo que se conoce como epilepsia idiopática, y el segundo es producida por un trastorno, ya sea porque se haya golpeado la cabeza o por una infección mal curada en el oído. Los síntomas más frecuentes son muy similares a los que presenta la epilepsia en los humanos; son los siguientes:
- Convulsiones espontáneas
- Rigidez muscular
- Dificultad para comer y/o caminar
- Pérdida del equilibrio
- Hiperventilación
- Hiperactividad
- Nerviosismo
Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia en gatos
Si tu gato presenta algunos síntomas de los citados, es importante que acudas al veterinario, quien procederá a hacerle una serie de pruebas, tal y como análisis de orina y de sangre, radiografías y encefalogramas; y posteriormente, confirmado el diagnóstico, le pondrá el tratamiento más adecuado según sea su caso.
Es importante decir que, si bien existen productos naturales que puedan ayudar a aliviar los síntomas, como la valeriana o la passiflora, sólo se los podremos administrar con consentimiento veterinario.
Cómo cuidar a un gato con epilepsia
Los gatos con epilepsia deben ser cuidados con más mimo si cabe. Hay que extremar las precauciones en casa, manteniendo las puertas y ventanas cerradas. Pero además hay que impedir que se acerquen a las escaleras, y guardar aquellos objetos con los cuales se podría hacer daño.
Por lo demás, y a pesar de que tenga esta enfermedad, la esperanza de vida es de 20 años si se le ha diagnosticado a tiempo.
Qué no hacer en caso de que al gato le dé un ataque epiléptico
Hay una serie de cosas que no se pueden hacer nunca durante un ataque, y son:
- Sujetarle la cabeza o el cuerpo: podríamos fracturarle el cuello.
- Darle de beber o de comer: se podría asfixiar.
- Taparlo con una manta: podríamos poner en peligro su vida, ya que en esos momentos el gato no es consciente de sus movimientos, y por lo tanto, no puede reaccionar.
Si tu gato tiene un ataque, es importante acudir cuanto antes al veterinario.
Mucho ánimo.