El control de los gatos en Europa se ha convertido en uno de los temas centrales en la agenda de las instituciones europeas y de las organizaciones dedicadas al bienestar animal. El Parlamento Europeo, junto con distintos organismos de supervisión sanitaria, ha impulsado recientemente medidas pioneras para abordar tanto la protección de los gatos domésticos como las implicaciones sanitarias de la presencia felina en entornos urbanos y rurales.
Los últimos debates y propuestas legislativas reflejan una preocupación creciente por la trazabilidad, el control de la reproducción y la sanidad pública relacionada con la población felina. Los datos muestran que, a medida que aumenta la cifra de gatos viviendo en hogares y en situación de calle, surgen retos relacionados con el abandono, la cría irresponsable y la transmisión de enfermedades zoonóticas.
Hacia un registro europeo de gatos: microchip obligatorio y control de movimientos
Las políticas de la Unión Europea están enfocadas en garantizar la identificación individual de cada gato. El Parlamento ha planteado que todos los propietarios estén obligados a implantar un microchip a sus animales, registrando los datos en bases interoperables nacionales que, a su vez, estarán coordinadas en una plataforma centralizada por la Comisión Europea. Esta iniciativa busca mejorar el seguimiento de gatos domésticos en todo el territorio europeo y dificultar el abandono y el tráfico ilegal, permitiendo además una mayor eficacia en las intervenciones en caso de maltrato o extravío.
En comunidades como Galicia, y en otras regiones con tradición de convivencia animal, las cifras oficiales evidencian un crecimiento continuado en el censo de gatos domésticos, aunque existe aún un porcentaje significativo de población felina fuera de control. La falta de identificación dificulta actuaciones cuando se detectan casos de abandono y complica la gestión de colonias urbanas.
Organizaciones y fundaciones animalistas han subrayado la importancia de que la identificación y el cuidado de los gatos sea parte fundamental de una convivencia responsable. Se recalca la necesidad de proporcionar entornos seguros, alimentación adecuada, atención veterinaria preventiva y reactiva, así como la responsabilidad en los espacios públicos para evitar conflictos y mejorar la calidad de vida tanto de los animales como de los ciudadanos.
Prohibición de la venta de gatos en tiendas y endurecimiento de la cría
Uno de los pilares de la normativa propuesta reside en vetar la venta y exhibición de gatos en comercios minoristas. El objetivo es cortar el suministro proveniente de la cría descontrolada y del comercio irregular, prácticas que han contribuido durante años al abandono y a la aparición de problemas sanitarios. Se busca reforzar la lucha contra la mercantilización de los gatos, considerando su bienestar por encima de la rentabilidad económica.
Esta regulación incluye, asimismo, medidas para evitar prácticas de cría perjudiciales, como los cruces consanguíneos o seleccionar ejemplares con características físicas que supongan riesgos para su salud. Igualmente, se prohíbe la participación de animales mutilados en competiciones, y el uso de métodos de control que puedan suponer sufrimiento innecesario, como los collares de púas sin topes o el mantenimiento atado salvo justificación veterinaria.
Gatos callejeros, colonias felinas y sanidad pública
Un de los principales desafíos es el control de las colonias felinas que proliferan en entornos urbanos y rurales europeos. La presencia de gatos sin propietario, que no suelen estar identificados ni esterilizados, genera consecuencias en la sanidad animal y la salud pública.
El control ineficaz de estos grupos puede facilitar la propagación de enfermedades y, en determinados contextos, entorpecer la labor de autoridades y organizaciones encargadas de la protección animal. Se han advertido situaciones donde la falta de seguimiento y el escaso control real han abierto la puerta a prácticas opacas y competencia desleal en la cría y venta de animales, dificultando la identificación y sanción de infracciones.
Por otro lado, el debate sobre la eficacia de los registros y la normativa está muy presente en sectores profesionales y asociaciones animalistas. Se ha señalado que algunas enmiendas pueden limitar la aplicación de la ley solo a operadores profesionales, dejando fuera a particulares, lo que dificultaría un control integral de la población felina.
La relación entre gatos y la seguridad alimentaria: el caso de la toxoplasmosis
La relevancia del control de los gatos en Europa va más allá del bienestar animal. Estudios recientes han advertido del impacto que los gatos, especialmente los callejeros, tienen en la transmisión de enfermedades zoonóticas como la toxoplasmosis, causada por el parásito Toxoplasma gondii.
Según investigaciones del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, se ha detectado la presencia de ooquistes del parásito en el 4% de las ensaladas en bolsa analizadas en varios países europeos. Este protozoo desarrolla su ciclo en felinos, que excretan los ooquistes a través de las heces, contaminando tierras agrícolas. Por ello, los productos frescos pueden ser vehículos de transmisión a humanos, especialmente en grupos vulnerables como embarazadas o inmunodeprimidos.
Los expertos recomiendan medidas como el lavado minucioso de vegetales para evitar la contaminación, así como el control de las colonias de gatos en zonas de producción agrícola. Para ampliar información sobre la importancia del control de la natalidad en gatos, te invitamos a consultar recursos especializados.
Este control resulta clave para garantizar la protección de la salud pública y mantener la seguridad alimentaria en Europa.