Cómo educar a un gato bebé

Adorable gatito atigrado

¿Tienes un gatito bebé? Si es así, seguro ya sabes, o estarás a punto de descubrir, lo tierno y maravilloso que puede llegar a ser. Es muy común que, tras una trastada, dejemos paso a la felicidad. Y es que, ¿quién puede enfadarse cuando un peludito te mira con esos ojos tan dulces? Pero, por supuesto, para que aprenda a vivir en familia necesita una educación. Tú, como su cuidador/a, tendrás que proporcionársela.

Si nunca antes habías convivido con un felino, apunta estos consejos sobre cómo educar a un gato bebé, y seguro que no tendrás ningún problema en enseñarle todo lo que debe de saber 🙂 .

¿Cómo enseñarle a usar la bandeja de arena?

Gatito en bandeja

Los gatos son muy limpios, tanto es así que la gran mayoría aprenderá por sí solo a utilizar su bandeja. Pero para asegurarnos hay varias cosas que tenemos que hacer:

  • Le compraremos una bandeja amplia. Lo ideal es que sea sin tapa para que le sea más sencillo aprender. Podemos comprar cualquier tipo de bandeja, no necesariamente tiene que ser específica para gatos; lo único que debemos mirar es que tenga poca altura: no más de 7cm.
  • Se la colocaremos en un lugar apartado, tranquilo, lejos de los ruidos y de su comida.
  • Utilizaremos arena no aromática, pues a los gatos por lo general no les gustan aquellas que tienen olor.
  • Se la mantendremos siempre limpia, retirando las deposiciones a diario y realizando una limpieza a fondo de la misma una vez por semana.

Asimismo, y sobretodo si es un gatito muy bebé (de menos de 2 meses), a los diez minutos de haber comido tenemos que llevarlo a su bandeja. Si no hace sus necesidades en ella no tenemos que enfadarnos, sino simplemente tener paciencia y ser muy constantes. Cuando las haga, le daremos un premio en forma de golosina y/o caricias.

¿Cómo enseñarle a no morder?

Gato mordiendo

El gatito necesita morder. Tiene una curiosidad muy grande, y en cuanto puede comienza a explorar todo su territorio. Sin embargo, no hay que dejar nunca que nos muerda, ya que de lo contrario crecerá y continuará haciéndonos daño. Por lo tanto, ya desde su más tierna infancia tenemos que enseñarle a que no puede jugar con nuestras manos ni pies. ¿Cómo?

Los pasos son muy sencillos, pero hay que ser muy, muy constantes. Simplemente, cada vez que nos muerda, nos alejaremos de él por unos minutos, o detendremos el juego. Si nos ha cogido por ejemplo la mano, no la moveremos; así la terminará soltando. Luego, esperamos unos 5 segundos y le damos un premio (caricia, golosina, juguete), para que vaya asociando el no morder con algo positivo.

¿Cómo enseñarle a no arañar?

Gato rascando

Del mismo que muerde, también araña… y bastante. Si bien es aún muy pequeño, puede hacernos cortes en la piel con muchísima facilidad. Estos cortes son superficiales… ahora, pero el día de mañana podrían ser más profundos. Ojo, ningún gato será »peligroso» (en realidad no hay gatos peligrosos, sino cuidadores que no han sabido o no han querido entenderlos) si recibe la educación adecuada, que es por lo que te estamos ofreciendo estos consejos 🙂 .

Enseñarle a no arañar es, también, relativamente sencillo, pero requiere también ser constante en el adiestramiento. Repetir muchas veces una misma acción conseguirá que el gatito aprenda cualquier cosa. Para que no nos arañe, haremos exactamente lo mismo que si estamos enseñándole que no puede morder: detendremos el juego y nos iremos. A los 5 segundos, cuando esté más tranquilo, le daremos un premio.

Más consejos para educar a un gatito

Además de todo lo que hemos comentado hasta ahora, aún podemos hacer más para que el gatito sea un peludo muy bien educado, que es:

  • Tener siempre la misma reacción: cuando haga algo que no nos guste, usaremos la misma palabra para no crearle confusión.
  • Proporcionarle un rascador: el gatito necesita arañar, de modo que el rascador es un accesorio indispensable para él.
  • Respetar su espacio: si el gatito quiere cariño, nos lo hará saber. Se acercará a nosotros, y puede que se suba en nuestro regazo pidiendo mimos. En ningún caso tenemos que forzar la situación.
  • Jugar con él: es muy importante que le dediquemos tiempo, cada día. Tres o cuatro sesiones de juego de unos 10 minutos de duración cada una servirán para que crezca feliz.
  • No lo maltrataremos: el uso de la fuerza, así como gritarle o hacer ruidos fuertes, sólo servirá para mermar la confianza que tenemos con el gatito.

Precioso gatito durmiendo

¿Sabes ya cómo educar a tu peludito? 🙂


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