Durante los meses de frío intenso, no solo las personas necesitamos más abrigo y resguardo, sino que también los gatos requieren un entorno adecuado para dormir y no pasar frío durante la noche. Aunque estos felinos muestran normalmente una gran independencia y resistencia, las bajas temperaturas pueden suponer un riesgo para su salud si no les proporcionamos un sitio conveniente para descansar.
Si bien a muchos les gusta recorrer la casa y buscar su propio rincón, no todos los lugares son aptos en invierno. Un espacio de descanso para un gato cuando hace frío debe reunir varias características: estar apartado de corrientes de aire, ofrecer aislamiento del suelo helado, y permitir que el calor corporal se conserve el máximo tiempo posible.
Cómo elegir el mejor rincón en casa para el gato
Lo aconsejable es seleccionar un lugar elevado, como una estantería o el respaldo de un sofá, ya que el aire caliente tiende a subir y estos puntos suelen ser más templados. El rincón elegido debe estar alejado de puertas y ventanas por donde pueda colarse el aire frío. Si es posible, busca un sitio cerca de una fuente de calor indirecta, como un radiador (sin que el animal tenga acceso directo para evitar quemaduras), o coloca cerca una botella de agua templada envuelta en una toalla.
Otra buena opción consiste en adaptar cajas o cuevas para gatos, reforzadas con mantas o cojines, donde el minino pueda meterse y aislarse del entorno. Evita dejar su cama directamente sobre suelos de cerámica, mármol o cemento, ya que esas superficies conservan el frío durante horas y pueden afectar a la salud del animal.
Materiales recomendados para su cama
Por lo general, se recomienda utilizar camas acolchadas con bordes altos o tipo iglú, ya que aíslan del frío y retienen el calor corporal. Si el gato prefiere su cama habitual, puedes reforzarla con mantas de lana, polar, o similares, que proporcionan más abrigo. Es importante lavar regularmente estas mantas y fundas para evitar problemas de higiene.
En el caso de gatos de edad avanzada, con problemas de movilidad o enfermedades articulares que pueden empeorar con el frío, resulta especialmente beneficioso ofrecerles camas blandas y situadas en zonas fácilmente accesibles. Añadir una ligera rampa o escalón puede ayudarles a subir sin esfuerzo si no pueden saltar.
Otros consejos para proteger a los gatos del frío
Algunos gatos aceptan prendas ligeras para pasar la noche, si bien no todos toleran ropa y solo debe usarse si el animal se siente cómodo y puede moverse con naturalidad. Si decides probarlo, opta por tejidos suaves y sin partes metálicas o elementos incómodos.
No olvides comprobar que el lugar elegido para dormir no queda expuesto a cambios bruscos de temperatura por ventilaciones, rendijas o radiadores encendidos y apagados. También es útil supervisar su comportamiento: si notas que busca lugares cálidos de manera insistente, tiembla, o se muestra apático, puede estar acusando el frío.
Es fundamental tener en cuenta que en invierno, las afecciones respiratorias y molestias articulares aumentan en los gatos, especialmente en los mayores. Mantenerles protegidos del frío durante la noche ayuda a reducir el riesgo de enfermedades y a asegurarles un descanso cómodo y saludable.