Los gatos y los perros tienen necesidades nutricionales parecidas… pero no iguales. Ambos comen carne como alimento de base, pero para poder mantenerse en forma y con una buena salud los felinos necesitan algo más que proteína.
Por eso, aunque la comida de los canes sea más económica, es importante conocer las diferencias en la alimentación de perros y gatos porque una mala decisión podría poner en riesgo la salud de nuestros amigos.
El gato es carnívoro estricto
A diferencia del perro, el gato única y exclusivamente puede y debe de comer carne; en cambio, el perro es más omnívoro, especialmente desde que pasó a formar parte de la vida de las personas. Por lo tanto, la comida que le demos a nuestro peludo tiene que ser rica en proteínas, y además debe de estar libre de cereales ya que estos ingredientes a menudo le causan alergias al no poder digerirlos bien.
La taurina, esencial para el gato
La taurina es un ácido orgánico presente en la bilis y en los tejidos musculares del cuerpo de muchos animales, entre ellos los perros, los gatos y las personas. Es muy importante pues para el organismo, ya que actúa como antioxidante, regula la sal y el agua del interior de las células, cuida de los ojos, produce bilis, y mantiene el buen funcionamiento de las membranas celulares.
El problema es que los felinos no la producen en cantidades suficientes, por lo que deben de ingerirla de los alimentos. Y es por eso por lo que el pienso para gatos siempre contiene este ácido, a diferencia del que se le da al perro.
El gato no es un gran bebedor
El gato es un animal que obtiene gran parte del agua que necesita de su comida. Al ser originario del desierto, ha evolucionado para eso. Al vivir con nosotros, si le damos pienso seco de manera continuada nos arriesgamos a que tenga enfermedades como infecciones urinarias o cálculos en los riñones. Para evitarlo, podemos cambiarle el bebedero tradicional por uno tipo fuente, o sustituir la comida seca por la húmeda.
El paladar del gato es más selectivo
A diferencia del que tiene el perro, el gato es más especial con la comida. Si hay algo que no le gusta, ya sea el olor, la textura o cualquier otra cosa, lo va a rechazar. Por este motivo, se recomienda no cambiarle mucho la marca de pienso o comida húmeda, ya que si encuentra algo que le guste más puede no querer comerse lo que le dábamos antes.
Espero que te haya sido de utilidad. 🙂