La gestión y protección de las crías de gato vuelve a estar en el punto de mira en Ibiza tras un hecho que ha generado una reacción inmediata por parte de asociaciones animalistas y la ciudadanía. El caso de una cría encontrada sola y sin asistencia en un vehículo estacionado bajo altas temperaturas ha despertado el debate sobre la actuación de las empresas encargadas del bienestar animal.
El suceso, sucedido a mediados de julio, resalta la importancia de la supervisión de los protocolos y la necesidad de reforzar las garantías legales en la custodia de animales vulnerables. Las leyes de bienestar animal son cada vez más estrictas y las sanciones pueden alcanzar cifras significativas.
Cría de gato encerrada en un vehículo al sol: los hechos
El 15 de julio, en una zona de Ibiza capital donde la empresa CEPAD Ibiza no tiene convenio municipal, varias personas advirtieron la presencia de un vehículo de esta entidad dedicado a la recogida y custodia de animales. Al acercarse, comprobaron que el automóvil estaba completamente cerrado, sin señal de trabajadores cerca, y en su interior se encontraba una cría de gato dentro de un transportín. Las temperaturas superaban los 30 grados, elevando notablemente el riesgo para la vida del animal debido al calor y la falta de ventilación.
La denuncia pública fue impulsada por el Partido Animalista PACMA junto a la Associació de Colònies Felines d’Eivissa (ACFE). Ambas organizaciones han remarcado la gravedad de los hechos, subrayando que una empresa contratada precisamente para proteger animales se convierta, por negligencia, en fuente de peligro para estos.
Reacción política y sanción al trabajador
CEPAD Ibiza confirmó a las asociaciones que el trabajador implicado ha sido suspendido de empleo y sueldo. Sin embargo, tanto PACMA como ACFE consideran que la actuación disciplinaria interna no es suficiente y han solicitado la apertura de una investigación exhaustiva para esclarecer responsabilidades y evaluar si existen antecedentes de casos similares.
El coordinador insular de PACMA, Olivier Hassler, manifestó que “resulta una incoherencia alarmante que una entidad contratada para rescatar a los animales sea precisamente la que los pone en peligro de muerte”. Hassler ha requerido públicamente la intervención y explicación de los ayuntamientos de Sant Josep de sa Talaia y Santa Eulària des Riu. Ambas administraciones mantienen contratos en vigor con CEPAD, y se espera una respuesta clara de sus responsables: Vicent Roig (alcalde de Sant Josep), Carmen Ferrer (alcaldesa de Santa Eulària), Felicia Bocú y Mónica Madrid (concejales de Medio Ambiente).

Revisión de contratos y transparencia en la gestión
Entre las demandas de PACMA y ACFE se encuentran la revisión completa de los contratos municipales con CEPAD Ibiza, la publicación de posibles antecedentes de denuncias o irregularidades anteriores, y la implantar protocolos estrictos y controles públicos efectivos para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Además, insisten en que la Ley 7/2023 de Bienestar Animal requiere una supervisión ética y administrativa rigurosa sobre las empresas que gestionan el rescate y la custodia de animales, ya que manejan recursos públicos y tienen la obligación de cumplir la normativa vigente en materia de protección animal.

Este caso ha generado un amplio eco en medios y redes sociales, donde muchas voces han destacado la necesidad de fortalecer los controles y aumentar las sanciones ante cualquier negligencia en la custodia de animales, especialmente en el caso de las crías felinas, que son especialmente vulnerables.
Legislación vigente y papel de las asociaciones
La Ley de Bienestar Animal en vigor en España establece sanciones que en los casos más graves pueden llegar a los 200.000 euros. Entre sus requisitos, se incluyen:
- Identificación obligatoria de todos los gatos mediante microchip e inscripción en el registro oficial.
- Esterilización de los gatos domésticos antes de los seis meses, salvo para criadores registrados.
- Prohibición de la cría y comercio ilegal de gatos sin autorización expresa.
- Control del tiempo en soledad y las condiciones del hábitat: los gatos no pueden estar más de 72 horas solos ni en espacios inadecuados.

Las entidades como PACMA y ACFE resaltan la importancia de la vigilancia municipal y la colaboración ciudadana para denunciar y prevenir situaciones de riesgo o maltrato. El caso en Ibiza ha puesto en evidencia que los protocolos de rescate y custodia deben ser rigurosos, transparentes y sometidos a revisión constante.
Lo ocurrido demuestra que la protección de las crías de gato, así como de otros animales vulnerables, depende tanto del cumplimiento de la ley como de la responsabilidad de todos los actores involucrados en su cuidado. La sociedad exige mayor rigor, ética y empatía hacia los animales que dependen de nosotros.

